La UEFA debe oficializar este lunes el nuevo formato de Champions después de 2024, en lo que será el cambio más radical de su competición estrella en 20 años, y también confirmar los últimos detalles de la Eurocopa.
Ampliación de 32 a 36 equipos, desaparición de los ocho grupos de la primera fase por un minicampeonato cuyo desarrollo es similar al de los torneos de ajedrez, un centenar de partidos más por temporada: los principales ingredientes de la reforma de la ‘Champions’ son conocidos desde hace meses.
Pero el comité ejecutivo de la instancia europea debe precisar los últimos detalles, que pueden ser objeto de disputa entre los grandes clubes del continente y las ligas, que desean preservar la meritocracia deportiva.
Ya se sabe que uno de los cuatro nuevos equipos que participarán en la futura ‘Champions’ será de la liga francesa, campeonato que ocupa el 5º puesto en el coeficiente de la UEFA, pero no se sabe cómo se distribuirán los otros tres.
La asociación European Leagues, que reagrupa a una treintena de campeonatos, defiende por ejemplo que el acceso a las competiciones europeas sea en base a los resultados deportivos en cada torneo nacional, pero sin hacer de ello una “línea roja”.
A la inversa, un sistema basado en el ‘coeficiente UEFA’ favorecería a clubes como Arsenal, Borussia Dortmund o Liverpool gracias a su historial europeo, incluso después de una mala temporada.
Torneo de ajedrez
Para la heredera de la Copa de Europa, el máximo torneo continental creado en 1955, el cambio más espectacular será la desaparición de la primera fase con ocho grupos de cuatro equipos cada uno que se enfrentan a ida y vuelta.
Con ello se acabará con los “grupos de la muerte”, así como con los sorteos clementes: los grandes clubes de Europa quedarán ahora divididos según el llamado ‘sistema suizo’, inspirado en el ajedrez y sin precedentes en el fútbol.
A partir de 2024, cada equipo jugará 10 encuentros contra 10 adversarios diferentes, un minicampeonato sinónimo de una mayor exposición mediática y, por lo tanto, más ingresos por los derechos de televisión, antes de disputar una fase a eliminación directa.
El acuerdo de la futura ‘Champions’ debería enterrar por uno años los rumores sobre la eventual creación de una Superliga cerrada, en la que solo jugarían los grandes clubes europeos, un debate que divide al fútbol continental desde hace unos meses.
Esta amenaza de secesión, que nunca se hace pública, permite a los grandes clubes presionar a la UEFA para defender sus intereses.
Así, a finales de marzo, algunos grandes clubes retrasaron su voto sobre la futura Champions exigiendo un mayor control sobre los ingresos comerciales, un tema explosivo que no será solucionado este lunes.
¿Sólo nueve ciudades?
Si la instancia europea aclara su horizonte más allá de 2024, otro tema más urgente está encima de la mesa: precisar al fin la organización de la Eurocopa-2020, ya aplazada un año y reprogramada del 11 de junio al 11 de julio.
A menos de dos meses del torneo, nadie sabe si el campeonato continental de selecciones se disputará en 12 ciudades de otros tantos países, tal como imaginó el expresidente de la UEFA Michel Platini.
Este desafío logístico, antes incluso de la crisis sanitaria actual, se ha convertido en un quebradero de cabeza desde que la UEFA haya exigido la presencia de público en cada estadio, bajo la amenaza de retirar de la organización a aquellas ciudades que no cumplan con este requisito.
La instancia acordó un último plazo a Dublín, Bilbao y Múnich, las únicas ciudades que tienen más problemas para recibir espectadores, prometiendo una “decisión final” este lunes sobre los partidos ya previstos.
El presidente de la federación española, Luis Rubiales, lanzó el viernes la idea Sevilla como alternativa eventual a Bilbao.
Las otras ciudades se han comprometido a acoger espectadores en distintos grados: Budapest al 100%, San Petersburgo y Bakú al 50%, Ámsterdam, Bucarest, Glasgow y Copenhague con aforos de entre el “25 y el 33%”.
Roma, que estuvo amenazada, garantizó “al menos un 25% de público” y recibirá el partido inaugural Italia-Turquía.
La ciudad de Londres, que debe acoger siete partidos -entre ellos semifinales y final-, ha presentado un plan para contar con “un mínimo del 25%” del aforo en los tres partidos que albergará en la fase de grupos y confía en tener “una capacidad superior” para las rondas finales del torneo.
El torneo se anuncia lleno de obstáculos para los hinchas que quieran seguir a sus selecciones, ya que solo Azerbaiyán, Rusia y Hungría han anunciado que dispensarán a los aficionados de las restricciones de entrada y cuarentena.
AFP
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