El sismo judicial que afecta a la FIFA desde hace algunos días generó que el presidente Gianni Infantino se comunique directamente con las federaciones del mundo que componen a la entidad para explicarles en una extensa carta su posición respecto al proceso penal que le abrió un fiscal especial en Suiza tras hallar “indicios de conducta criminal” en las reuniones privadas que mantuvo con el Fiscal General Michael Lauber, quien renunció a su cargo a raíz de este escándalo.
En el texto, que se conoció a través de la Agencia EFE, Infantino destacó que cooperará con la Justicia “sin reservas” y anunció que les envió esta explicación para darles detalles de lo ocurrido de “una forma clara y precisa”. En uno de los pasajes, aseguró: “No tenemos nada que ocultar”.
“Como saben, en el momento en que fui elegido Presidente de la FIFA en 2016, gracias a todos ustedes, nuestra organización, que es también la suya, se encontraba en una situación lamentable. Por aquel entonces, la FIFA estaba involucrada como parte perjudicada en más de 20 procedimientos judiciales solamente en Suiza, y corría el riesgo de ser declarada como organización delictiva por las autoridades de los Estados Unidos. En estas circunstancias, una de mis principales prioridades, responsabilidades fiduciarias y obligaciones morales para con ustedes, que confiaron en mi para cumplir esta misión, fue lógicamente recobrar la confianza pública en nuestra institución lo antes posible”, sentenció Infantino recordando que asumió en febrero del 2016 el cargo luego de la salida de Joseph Blatter, quien había quedado en el centro del denominado caso FIFA Gate.
Entre 2016 y 2017, según la información de los medios locales, el presidente de la FIFA mantuvo tres reuniones en privado con Lauber, quien investigaba una serie de delitos relacionados al FIFA Gate. “Este es el contexto en el que se deben enmarcar las reuniones”, aclaró.
“Estas reuniones no fueron secretas y de ningún modo ilegales. En particular, acudí a estas reuniones con la máxima autoridad jurídica del país para ofrecerle nuestro apoyo y asistencia en relación con las investigaciones en curso, ya que la FIFA es parte interesada y perjudicada de dichas pesquisas. Seguimos confiando y decididos a conseguir que quienes hayan cometido actos delictivos en perjuicio de la FIFA acaben pagando por sus actos”, dijo.
Infantino aclaró que asistió a dichas reuniones que tuvieron la organización logística de la Oficina del Fiscal General y que acudió “de buena fe y como representante de la FIFA, y con el fin de aprovechar la oportunidad para describir los drásticos cambios que se habían producido en la FIFA en términos de gobernanza corporativa”.
“Obviamente, queda muy claro que nada de lo más remotamente ilegal haya o pudiese haber sucedido, durante dichas reuniones. Resulta absurdo siquiera plantearlo”, insistió sobre el tema.
Stefan Keller, el fiscal especial que tomó el mando del proceso penal, no lo consideró así: investiga si existió abuso del cargo, violación del secreto oficial, favoritismo e instigación.
“Es evidente que el mero hecho de reunirse con un Fiscal del Estado debería ser la mayor garantía de la legitimidad de los encuentros”, remarcó Infantino en la carta que compartió con las federaciones. “Especialmente cuando se trata de la máxima autoridad jurídica del país. Si hubiera la más mínima sospecha de delito, un fiscal intervendría inmediatamente para evitarlo, como dicta su deber profesional y jurídico”, agregó.
El hombre que lidera el máximo organismo del fútbol, y que tiene mandato vigente hasta 2023, consideró que la “intervención de la justicia era necesaria para poder cambiar la FIFA y restaurar su credibilidad”. Y añadió sobre su objetivo como mandatario: “Desde el primer día ha sido, y sigue siendo, ayudar a las autoridades correspondientes de todo el mundo a investigar los actos ilícitos cometidos en la FIFA en el pasado”.
“Los oficiales de la FIFA se han reunido con fiscales de otras jurisdicciones para conseguir este mismo fin. La cooperación de la FIFA ha contribuido en gran medida a emitir sentencias e imponer condenas, especialmente en los Estados Unidos, donde se han dictado más de 40 condenas penales”, detalló sobre el FIFA Gate que se desató en mayo del 2015 y generó un auténtico quiebre dentro de ese organismo y en distintas federaciones del planeta.
El abogado suizo de 50 años aclaró que otros integrantes de la FIFA están en comunicación con el Departamento de Justicia de Estados Unidos con el fin de “recuperar el dinero incautado por las autoridades del país durante sus investigaciones penales y ponerlo de nuevo al servicio del fútbol, donde se debería haber invertido desde un principio”.
Luego de estas aclaraciones, dio precisiones sobre su situación actual con la Justicia Suiza: aseguró que la base de la investigación del Fiscal Keller está en “unas denuncias anónimas” que se presentaron en Berna. “Desconocemos el contenido de estas denuncias, por lo que solo cabe especular sobre quién las presentó y por qué. Espero que algún día se conozcan estos datos”, analizó.
“Por otro lado, no podemos pasar por alto que estos hechos ya han perjudicado gravemente a la FIFA como organización y a mí como Presidente, a pesar de que estas denuncias anónimas carecen de fundamento. Del mismo modo, no se ha presentado una base factual ni elementos de calado para abrir una investigación penal, la cual se ha iniciado sin ni siquiera contactar previamente con la FIFA o conmigo para pedirnos explicaciones. A fin de ofrecerles la información más completa posible, deben saber que el umbral que establece la legislación suiza para abrir una investigación tras recibir una denuncia es extremadamente bajo, incluso si esta es anónima”, aseguró.
El directivo insistió con que se encuentra a “a disposición” de las autoridades de Suiza para “responder cualquier pregunta que tengan” y recordó: “Como siempre he hecho, cooperaré sin reservas con la investigación. De hecho, espero poder tener la ocasión de responder a cualquier cuestión relacionada con este asunto, ya que simple y llanamente: no tenemos nada que ocultar”.
También le aclaró a los líderes de la federaciones miembro que está a disposición de ellos si “desean que les aclare cualquier duda o les dé más información al respecto”.
“Ya he recibido numerosas muestras de apoyo, por las que les estoy sinceramente agradecido. También les quiero dar las gracias por su trabajo y dedicación a la hora de restaurar la imagen de la FIFA y del fútbol. Seguiremos trabajando por el futuro de nuestro deporte, para hacer realidad nuestra visión y que el fútbol sea realmente global, con la convicción de que algún día se hará justicia”, concluyó.
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