Las oncenas de la liga profesional han utilizado desde aplicaciones hasta videollamadas, para mantener a sus jugadores en forma durante la cuarentena. Hace dos semanas retornaron a las prácticas en la cancha, pero bajo medidas estrictas para prevenir los contagios.
Motivado a la pandemia del coronavirus, los equipos que conforman la primera división de fútbol venezolano (Futve) apelaron al ingenio y a la tecnología con la finalidad de encontrar nuevos métodos tanto para entrenarse, como para mantener a sus planteles coordinados, mientras esperan el ansiado reinicio del balompié profesional criollo.
Después de estar fuera de la cancha desde antes de la primera quincena de marzo pasado, cuando se decretó la cuarentena obligatoria para prevenir los contagios por COVID-19, la mayoría de los clubes retomaron sus prácticas de manera formal desde hace dos semanas, específicamente entre finales de junio y principios de julio.
Antes, trabajaron con programas entrenamientos individuales que desarrollaban los jugadores en sus casas durante el confinamiento, y luego algunos conjuntos hicieron sesiones de videoconferencias para dirigir y supervisar mejor el estado físico de los futbolistas.
Mientras se anuncia la fecha de reinicio del campeonato nacional de primera división, El Pitazo consultó a los equipos Caracas FC, Monagas SC, Deportivo Táchira y Atlético Venezuela, a fin de conocer los planes y medidas implementados durante los últimos tres meses, en los cuales debieron estar alejados de los campos de juego, para conservar tanto un estado físico óptimo como mantener la armonía en sus plantillas.
Los Rojos del Ávila utilizaron Zoom
“Al principio, en marzo, les enviamos instrucciones a los jugadores sobre las rutinas que debían cumplir mientras guardaban confinamiento en sus casas. Les enviamos una aplicación, la cual debían completar con los datos que arrojaban según cumplían el entrenamiento, y luego nos reenviaban los resultados”, explicó Javier Milán, preparador físico del Caracas FC.
En estos primeros meses de la cuarentena, jugadores y personal técnico de los Rojos del Ávila decidieron establecer un horario para que todos estuvieran conectados por internet a partir de las 8:30 am.
“Utilizamos la aplicación Zoom para mantenernos comunicados. No solo entrenamos si no hasta hicimos clases de yoga y cursos de cocina, todo con la finalidad de mantener la unión en el equipo”, señaló Milán.
Hace ya una semana realizaron los primeros entrenamientos con grupos de cuatro jugadores, y bajo estrictas normas de seguridad e higiene.
Según Milán, irán aplicando pruebas para detectar el COVID-19 a todo el personal, y en la medida en que los resultados sean favorables, aumentarán el número de jugadores a ocho, luego a 16 y finalmente con todo el plantel.
Dos semanas entrenando tienen los aurinegros
El pasado miércoles 24 de junio el Deportivo Táchira retomó de manera progresiva sus entrenamientos en cancha. La escuadra aurinegra inició un plan para que sus futbolistas cumplieran en casa durante la cuarentena, para que el retorno a la actividad física los jugadores estuvieran al 20% de su capacidad.
El preparador físico del Carrusel Aurinegro, Luis Quintero, explicó a El Pitazo que la planificación diaria constaba de un “kilometraje” (actividad aeróbica) a cumplir para quemar calorías, actividad que controlaban a través de relojes inteligentes. “El jugador tenía que pasar un reporte y una foto del trabajo realizado tanto en kilometraje como en calorías, ahí nos dábamos cuenta si habían realizado o no la sesión”, acotó.
Los jugadores corren en cada sesión de entrenamiento entre cinco y seis kilómetros, una tarea difícil de cumplir en sus viviendas, por lo que resultó complicado mantener el trabajo físico de la pretemporada. “Lo máximo que pudieran hacer en un día era beneficioso. Se podía saltar y hacer ejercicios, pero el golpeo de la pelota era realmente complicado, porque en las casas era difícil”, agregó Quintero.
Con la flexibilización de la cuarentena, pudieron realizar trotes afuera de sus urbanizaciones y, ahora, con el regreso al Polideportivo de Pueblo Nuevo, están en una fase de adaptación, entrenado en grupos de cinco jugadores, y de manera controlada para evitar lesiones.
Azulgranas esperan una etapa fuerte
En el Monagas SC no la tuvieron fácil desde un principio con la comunicación y la interacción digital. Sin embargo, lograron adaptarse para poner la maquinaria a tono.
“En marzo les indicamos rutinas a los jugadores por internet, para que las pusieran en práctica, pero luego en abril no los presionamos más, y solo les dimos recomendaciones para que se mantuvieran en forma. En mayo retomamos nuevamente las conexiones digitales, y empezamos a monitorear las rutinas hasta por WhatsApp, con buenos resultados”, explicó el preparador físico Jesús Gil.
“Aunque los jugadores han demostrado ser muy conscientes en cuanto a cuidar su estado físico, conectarnos por internet no ha sido la tarea más accesible que se diga. En algunos casos, el hecho de preparar el escenario para vernos por Zoom resultó tedioso en un principio”, aseguró Gil.
No obstante, los planes de entrenamiento se han ido cumpliendo, y hasta en la parte nutricional el seguimiento ha sido exitoso.
Para Gil el reinicio del torneo de Clausura será duro. “Volver a concentrarnos será fuerte para algunos. Nos viene una etapa fuerte y queremos estar en la mejor forma posible para cuando comience la liga”, indicó.
Exámenes para todos en el Atlético
El Atlético Venezuela, que tiene su sede en Caracas, tuvo también una etapa de entrenamientos individuales, dirigidos vía WhatsApp o por internet. Pero desde hace dos semanas, tras cumplir con las pruebas de despistaje para el COVID-19, los jugadores retornaron al Brígido Iriarte para entrenar en grupo.
El lunes 22 de junio, tanto futbolistas como cuerpo técnico y personal se sometieron a los exámenes respectivos, los cuales arrojaron resultados negativos. El martes 23 de junio ya acudían a las instalaciones deportivas para ejercitarse.
“Inicialmente a los jugadores se les distribuyó una información de cómo debe ser el comportamiento al momento de llegar al centro de entrenamiento; deben llegar con su respectivo tapaboca, pasando por la cámara de desinfección, medición de la temperatura y aquellos jugadores con 37.4 grados o superior deben ser apartados y pasar a otro protocolo. Ya en el campo ellos deben mantener una distancia prudencial de 10 o 15 metros, divididos en dos grupos de 16 jugadores para cada turno, todo esto agregando la normativa de distanciamiento, limpieza de manos y de los materiales a utilizar durante los trabajos”, explicó el doctor del equipo, Juven Vielma.
Hasta la fecha, el Atlético mantiene el ritmo, así como el respeto al protocolo médico, en espera de conocer la fecha para reanudar el campeonato venezolano.
Trujillanos encienden los motores
Otro de los clubes que se prepara para iniciar sus entrenamientos esta semana, luego de más de tres meses de inactividad, es Trujillanos Fútbol Club (Trujillanos FC).
El departamento de prensa del equipo dio la noticia este pasado 8 de julio, anunciando al mismo tiempo una jornada de desinfección en el Estadio José Alberto Pérez.
Los integrantes del Trujillanos recibieron una charla sobre las medidas de prevención a seguir, y el médico del club, Robert Abreu, explicó en un comunicado que los futbolistas, el equipo técnico y administrativo, deberán pasar por tres controles (desinfección de zapatos, el lavado de manos y la medición de temperatura), antes de entrar a las instalaciones deportivas.
“Las mismas medidas sanitarias que cumplamos en cada jornada, también debemos aplicarlas fuera de nuestro lugar de trabajo. Seamos ejemplo en ambos escenarios”, dijo Abreu.
Actualmente el equipo técnico espera que la FVF anuncie la fecha de reinicio de la temporada, a fin de programar bien los entrenamientos.
Protocolos estrictos
La pandemia también obligó al cuerpo médico de cada equipo a establecer una serie de medidas para resguardar la salud, tanto de jugadores como del resto del personal técnico.
Se aplican pasos a seguir antes de ingresar a las instalaciones deportivas, durante los entrenamientos, y finalmente, cuando salen.
En el caso del Monagas SC, por ejemplo, el médico Edilio Díaz asegura que “en los transportes que llevan al grupo a los entrenamientos no van más de tres jugadores por vehículo”, a fin de respetar el distanciamiento social.
En el Deportivo Táchira cuidan hasta el entorno de los futbolistas. “El cerco epidemiológico lo estamos realizando tanto a familiares como a jugadores, al entorno en donde el jugador se maneja, y prácticamente tenemos encierro sobre cada uno de ellos”, asegura Edgar Silva, médico de primera de los aurinegros.
Mientras, en el Atlético Venezuela, el doctor Vielma señala que al finalizar los entrenamientos los jugadores “deben depositar toda su ropa utilizada en una bolsa, la cual es sellada y llevada al departamento de lavandería. Los jugadores deben llegar directamente a sus casas a ducharse sin estar en contacto con la familia previamente y cambiarse de ropa. Siempre se le educa al jugador que debe estar pendiente de su entorno familiar”.
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