La crisis por la pandemia del coronavirus aún sigue en Estados Unidos y en el resto del mundo. Es por eso que hubo algunos voluntarios que viajaron hasta el epicentro de la enfermedad, en Nueva York, y han ayudado en todo lo que han podido.
Este es el caso de Vanessa, una enfermera latina que hizo una especie de diario en el que grabó su testimonio y habló de las dificultades de estar ayudando a pacientes enfermos contagiados de COVID-19.
“De verdad yo no creía que esto iba a ser tan duro y tan fuerte y emocional. Pero sí es muy fuerte, porque aquí se ve muerte todos los días, los pacientes se están muriendo solos, sin poder ver a sus familias de nuevo”, explicó en el extracto presentado por Noticias Telemundo.
Según el noticiero, Vanessa se encuentra en el Hospital Presbiteriano de Queens, en donde se ha encontrado con los desafíos para ayudar a los pacientes, e incluso enfrentar el pensamiento de que muchos, sino la mayoría, de los enfermos que son conectados a los respiradores artificiales, no sobrevivirán.
También ha tenido que asimilar el papel de confidente, esto debido a que los pacientes no pueden ser visitados por sus familiares, por lo que ellas son las últimas personas con las que hablarán si no superan la enfermedad.
“[Tenemos] Conversaciones de que no sabemos si ellos van a sobrevivir esto. Es muy fuerte y muy duro, lo vi en las noticias, pero, todavía no estaba preparada para esto. Esta experiencia va a ser algo que nunca voy a olvidar y en verdad tengo tanto orgullo de estar sana”, finalizó.
Estados Unidos oficialmente superó en la tarde del martes el millón de casos confirmados de COVID-19, según el conteo realizado por la universidad Johns Hopkins. En concreto, asciende a 1.002.498.
La cifra representa prácticamente un tercio de las más de 3.080.000 transmisiones registradas a nivel global. Estados Unidos es con creces el país más afectado por la pandemia en términos nominales. El total de confirmados cuadruplica los más de 232.000 reportados por España, segundo en la lúgubre lista. Y el total de muertes, más de 57.000, duplica los 27.359 de Italia en la misma fecha.
El primer caso se registró el 21 de enero en un residente del estado de Washington, en la costa Oeste del país. Desde entonces, la curva de contagios y muertes creció de manera exponencial. Si bien el caso número 1.000 fue confirmado a mediados de marzo, para el último día del mes la cifra era mayor a 25.000. Y esta superó el millón antes de concluir abril.
Aunque EEUU tiene una mayoría de los casos, no son los 50 estados lo que han sido afectados, pues la enfermedad se instaló en Nueva York, el cual se convirtió en el epicentro de la epidemia. Este concentra aproximadamente el 30% de los casos confirmados, más de 300.000, y casi el 40% de los decesos, 22.866. Del otro lado de la lista se encuentra Alaska, con 345 casos y 9 muertes. A nivel general, los estados orientales concentran el mayor número de casos y de muertos por COVID-19, a pesar de que los primeros contagios se produjeron en los occidentales.