México se alistaba el jueves para romper el techo del medio millón de personas contagiadas por el coronavirus, justo el día que el Gobierno anunció que el país participará en la producción de una vacuna contra el COVID-19 para ser distribuida en Latinoamérica a inicios del 2021.
Reuters
Autoridades sanitarias afirman que están domando la pandemia en la nación, pese a que ocupa el tercer lugar de muertes en el mundo con 54.666 fallecidos, argumentando que la hospitalización ha bajado, así como los contagios y decesos, mientras aumenta la disponibilidad de camas.
El director general de Epidemiología, José Alomía, informó el miércoles que el “porcentaje de positividad (a las pruebas) es congruente con la disminución de la totalidad de casos que tenemos en las últimas semanas”, al cifrarlo en un 47% en la presente semana frente a un 53%-54% hace unas tres o cuatro.
“Esto también es indicativo que cada vez menos personas son identificadas con la presencia de virus SARS-CoV-2”, dijo. Ciudad de México acumulaba más de 7.700 muertes, seguida del Estado de México -que la rodea- con casi 9.000.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo el jueves que, aunque el anuncio de la nueva vacuna -acordada entre los gobiernos de Argentina y México, con el laboratorio AstraZeneca y la mexicana Fundación Slim- representa una buena noticia, aún la gente debe protegerse para evitar contagios.
“Todavía desgraciadamente vamos a seguir padeciendo de la pandemia”, dijo. “Claro, no es lo mismo cuidarnos y cuidarnos sin una esperanza de tener una vacuna, a ahora que nos tenemos que seguir cuidando y va a haber posteriormente una vacuna”.
El número de muertes vinculadas al coronavirus superaba el jueves los 750.000 en todo el planeta, con más de 20 millones de casos, según cifras de la Universidad Johns Hopkins.
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