Los asesores de la Organización Mundial de la Salud instaron el sábado a China a hacer pública toda la información relacionada con el origen de la pandemia de COVID-19, después de que se compartieran brevemente nuevos hallazgos en una base de datos internacional utilizada para rastrear patógenos.
A principios de año, científicos chinos subieron brevemente a la base de datos GISAID nuevas secuencias del virus SARS-CoV-2, así como datos genómicos adicionales basados en muestras tomadas en un mercado de animales vivos de Wuhan en 2020, lo que permitió a investigadores de otros países consultarlas, según la declaración del Grupo de Asesoramiento Científico de la OMS para los Orígenes de Nuevos Patógenos (SAGO).
Las secuencias sugerían que había perros mapache en el mercado y que también podían haber sido infectados por el coronavirus, proporcionando una nueva pista en la cadena de transmisión que finalmente llegó a los humanos.
Posteriormente, se restringió el acceso a la información «aparentemente para permitir nuevas actualizaciones de los datos» por parte del Centro Chino de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Funcionarios de la OMS trataron el asunto con sus colegas chinos, que explicaron que los nuevos datos se iban a usar para actualizar un estudio preimpreso de 2022. El CDC chino tiene previsto volver a enviar el trabajo a la revista científica Nature para su publicación, según el comunicado.
Los funcionarios de la OMS afirman que esta información, aunque no es concluyente, representa una nueva pista en la investigación de los orígenes de COVID y debería haberse compartido inmediatamente.
“Estos datos no proporcionan una respuesta definitiva a la pregunta de cómo empezó la pandemia, pero cada dato es importante para acercarnos a esa respuesta”, dijo el viernes el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. “Estos datos podrían -y deberían- haberse compartido hace tres años”.
«Seguimos pidiendo a China que sea transparente a la hora de compartir los datos y que lleve a cabo las investigaciones necesarias y comparta los resultados», añadió.
La OMS encargó a la SAGO que siga investigando los orígenes de la pandemia, que acabó con la vida de casi 7 millones de personas en todo el mundo.
El mercado mayorista de marisco de Huanan, en Wuhan, fue cerrado por las autoridades chinas tras la aparición del nuevo coronavirus en la ciudad a finales de 2019. El mercado ha sido desde entonces un foco de estudio sobre si el virus había infectado a varias otras especies antes de saltar a los humanos.
La OMS y otros científicos también han dicho que no pueden descartar la posibilidad de que el virus surgiera de un laboratorio de alta seguridad en Wuhan que estudia patógenos peligrosos. China niega tal vinculación.
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