Después de la relajación de algunas restricciones en julio, La Habana volvió a cerrar el lunes, luego de que se reportaran más de 200 casos de coronavirus en las últimas dos semanas.
En la capital, el transporte público se suspendió a partir del lunes. El gobierno cerró playas, parques, restaurantes, bares y otros negocios. El acceso a La Habana está limitado a personas autorizadas.
Las autoridades cubanas también suspendieron las licencias que permiten operar a los taxistas privados y dijeron que el gobierno garantizará el transporte a los trabajadores en actividades “esenciales”.
“La salud es lo primero. A pesar del impacto económico de estas medidas [de aislamiento], su aplicación no se ha retrasado», dijo el lunes el Dr. Francisco Durán, principal epidemiólogo de Cuba en una conferencia.
La capital alivió algunas restricciones en julio, durante la fase uno del proceso de reapertura, pero los casos comenzaron a aumentar en las últimas semanas.
“Estamos ante un nuevo brote epidémico que pone en riesgo a toda nuestra población”, dijo el sábado a la televisión estatal el ministro de Salud Pública, José Ángel Portal. “El pronóstico indica que la situación está a punto de volverse incontrolable”.
El lunes, el Ministerio de Salud Pública dijo que hubo 93 nuevos casos de COVID-19, el número más alto desde que el país comenzó a reportarlos en marzo.
Desde el 1 de agosto, se han encontrado 438 casos nuevos, la mayoría en La Habana y Artemisa, una provincia cercana. Pero el virus también se está propagando en Pinar del Río, Villa Clara y varias provincias orientales.
Las autoridades impusieron medidas de aislamiento en Camajuaní, localidad de Villa Cara, y toque de queda nocturno en Pinar del Río. La entrada y salida de Pinar del Río está restringida y quienes regresen a la provincia occidental deberán pasar 14 días de aislamiento en instalaciones gubernamentales.
Algunas de las nuevas infecciones detectadas en todo el país están relacionadas con profesionales de la salud que regresan de Venezuela, donde el virus ha infectado a más de 20.000 personas. Pero poco después de dar a conocer el enlace a Venezuela, el Ministerio de Salud Pública dejó de informar el país de origen de los viajeros enfermos.
Varios lectores de los medios oficiales de Cubadebate cuestionaron los protocolos de aislamiento para quienes regresan del exterior.
“Aquellos viajeros que llegan de otros países del exterior, ¿por qué tienen tantos contactos [enfermos]? ¿No se supone que deben ir directamente a un centro de aislamiento? preguntó un lector identificado como Lic. Ly.
Actualmente solo pueden ingresar a la isla ciudadanos cubanos y extranjeros con residencia. El país está aceptando algunos turistas, pero solo a los cayos cercanos. El principal aeropuerto de la isla, José Martí en La Habana, aún está cerrado para vuelos comerciales.
Durante el fin de semana, el Departamento de Estado de Estados Unidos emitió un aviso de viaje advirtiendo a los estadounidenses que no viajen a Cuba.
Hasta el lunes, el número total de casos confirmados de personas con COVID-19 es de 3.096 y 88 personas han muerto.
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