El presidente de Colombia, Iván Duque, descartó el miércoles la posibilidad de impulsar de inmediato una reforma tributaria para cubrir los menores ingresos por impuestos y los mayores gastos para atender la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, contradiciendo a su ministro de Hacienda.
Reuters
La cuarta economía de América Latina se contraería este año entre un 1,5% y un 2% desde la meta inicial de 3,7% establecida por el Gobierno, según estimaciones del Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, quien había planteado la posibilidad de impulsar una reforma fiscal por el aumento de los gastos y una caída de los ingresos tributarios.
Pero el Fondo Monetario Internacional prevé que el Producto Interno Bruto de Colombia caería un 2,4% en 2020 frente a la expansión de 3,3% el año pasado.
“En este momento pensar en cómo nosotros aumentamos los ingresos por vía tributaria no solamente es inconveniente, sino que es inviable”, dijo Duque en una entrevista con una emisora de la ciudad de Barranquilla.
“En este momento nuestra obsesión es ver cómo enfrentamos esta situación de la pandemia, cómo protegemos a las familias más vulnerables, cómo protegemos en empleo y activamos la recuperación de nuestro país”, agregó.
Colombia había establecido una meta de recaudo de 158 billones de pesos (40.951,6 millones de dólares) para este año, pero Carrasquilla proyectó una caída de un 10%.
Después de las declaraciones del presidente, el ministro de Hacienda admitió en una intervención en el Congreso que “no es el momento de ponernos a discutir una reforma tributaria ni cosas similares. Yo diría que debemos darle tranquilidad al país en el sentido de que eso no se va a discutir este año”.
Duque declaró en marzo el Estado de Emergencia antes de ordenar un aislamiento preventivo obligatorio que se extenderá hasta el 27 de abril, para contener la expansión del COVID-19 que deja hasta el momento 127 personas muertas y casi 3.000 infectadas.
Colombia ha desplegado un arsenal de medidas en coordinación entre el Gobierno y el Banco Central destinadas a proveer liquidez para atender a la población más necesitada, así como para financiar a los mercados y las empresas en busca de evitar una pérdida masiva de empleos, pero expertos creen que no será suficiente.
Inicialmente el Gobierno lanzó un paquete de alrededor de 18 billones de pesos (4.665,3 millones de dólares), equivalente cerca de un 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB), provenientes de varios fondos de ahorro para el sistema de salud, así como para programas de bienestar social destinados a familias, jóvenes y ancianos vulnerables.
También lanzó una capitalización de un fondo para garantizar los créditos de empresarios con la banca privada hasta por 80 billones de pesos (20.735 millones de dólares), entre 6 y 7 puntos del PIB, valorado en cerca de 1.200 billones de pesos (311.025 millones de dólares).
Reuters
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