El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) anunció este miércoles el aumento en un 40 % de la migración infantil por el tapón del Darién. El organismo estima que unos 160 mil niños crucen esa ruta este año, lo que significaría el incremento del 34 % con respecto a 2023, cuando se registraron 113.000 casos.
En un comunicado, el organismo internacional señaló que en los primeros cuatro meses del año más de 30 mil niños cruzaron la selva. Esta cifra pone a la región, por quinto año consecutivo, en niveles récord de migración infantil, lo que genera preocupación en Panamá y Colombia, debido a la creación de una crisis prolongada.
«Con base en las tendencias observadas en los primeros cuatro meses y el contexto regional, se estima que 800.000 personas, incluidos 160.000 niños y adolescentes, podrían cruzar la selva en 2024, y muchas probablemente requieran asistencia humanitaria crítica», expone.
Ante esto, el director ejecutivo adjunto de Unicef, Ted Chaiban detalló que muchos de los menores de edad que sobreviven a la ruta llegan enfermos, con deshidratación y desnutrición, algunos con heridas o infecciones que requieren de atención hospitalaria.
“El tapón del Darién no es un lugar para niños. Muchos niños han muerto en este arduo y peligroso viaje. Las mujeres han dado a luz en el camino, trayendo nueva vida al mundo en las circunstancias más desafiantes», sostuvo.
Migración infantil registra cifras récord
Chaiban expone que, de los 30 mil niños desplazados, casi 2 mil estaban solos o separados de sus familias. Esta cifra se triplicó en comparación con el mismo periodo del año pasado. Asimismo, indica que el número de niños migrantes también está creciendo cinco veces más rápido que el de adultos.
El funcionario relató la triste experiencia de una niña venezolana de 11 años que se separó de su madre durante el traslado por la selva y aseguró que las historias que reciben de adultos y niños «son increíblemente desgarradoras”.
“Durante mi visita el mes pasado a la comunidad de Bajo Chiquito, conocí a Esmeira, una niña venezolana de 11 años que se separó de su madre durante el cruce por la selva. Entre lágrimas, Esmeira compartió conmigo lo difícil que era para ella estar sola en la jungla. Tuvo que cruzar ríos crecidos, pasar junto a personas heridas y hambrientas en el camino, y por la noche, me dijo, estaba muy oscuro y escuchaba ruidos aterradores. Esmería tenía hambre. No había comido en dos días. Esmeria llevaba meses sin estudiar y esperaba que su madre llegara pronto para seguir su camino. Ningún niño debería tener que vivir o presenciar estas cosas”, comentó.
Para este 2024, Unicef solicitó 7,64 millones de dólares para abordar las necesidades urgentes de los niños y adolescentes, una población que ha venido subiendo desde hace meses. Hasta mayo, el organismo ha recibido solo el 10 % de la financiación, lo que dificulta atender todos los casos de necesidad que llegan. “Los peligros para los niños y sus necesidades insatisfechas están aumentando mientras hablamos. Necesitamos seguir garantizando que ningún niño se quede atrás. Si la respuesta no cuenta con fondos suficientes, el alcance será limitado”, advirtió.
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