Gustavo Petro y Luiz Inácio Lula da Silva exhibieron su lado más ambientalista este miércoles durante una intensa visita oficial del presidente brasileño a la capital colombiana con el principal propósito de inaugurar la feria del libro de Bogotá, la FILBo, en la que Brasil es el país invitado de honor. En un momento convulso para la región, Lula le propuso al “querido compañero” Petro una “alianza estratégica” para impulsar la integración suramericana y los dos mandatarios discutieron salidas para las crisis de Venezuela y Haití.
“En el imaginario de muchas personas, Brasil es sinónimo de naturaleza”, reconoció Lula en su discurso inaugural en la FILBo, en el que se mostró “profundamente honrado” de que el gigante suramericano sea por tercera ocasión el país homenajeado en una de las ferias más grandes de América Latina. Se comprometió a devolver la gentileza ante al atronador aplauso del auditorio principal de Corferias. Colombia será el país invitado de honor en la Bienal Internacional del Libro de São Paulo, que se realizará entre el 6 y el 15 de septiembre. “Necesitamos más libros y menos armas, más conocimiento, ciencia y educación”, sostuvo Lula, que lamentó que la falsa dicotomía occidental entre un mundo de hombres y un mundo de naturaleza “nos está llevando a una catástrofe climática”.
El lema de esta edición de la FILBo es Leer la naturaleza, un tema que hermana a dos países amazónicos, como se encargaron de recordar con insistencia a lo largo del día los mandatarios. “Brasil y Colombia tenemos una responsabilidad muy grande: tenemos que salvar la selva amazónica”, remarcó Petro, quien insistió en la necesidad de descarbonizar sus economías, uno de sus mantras. Son los dos países más biodiversos del mundo, y sus presidentes han derrochado sintonía en ese frente –con algunos matices en torno a la exploración petrolera, que Petro quiere dejar atrás–. Cali será la sede de la cumbre de biodiversidad de la ONU de este año, la COP16, y Belem do Pará acogerá la de cambio climático del próximo año, la COP30, como destacaron en sus discursos. Son también los países que más han reducido la deforestación en el mundo, a pesar de los enormes desafíos en el horizonte.
Pese al trasfondo cultural de la visita de Lula, con la FILBo como telón de fondo, los presidentes analizaron a lo largo de una intensa jornada con múltiples reuniones los temas más urgentes de la agenda regional, en general, y el rumbo que ha tomado el proceso electoral venezolano, en particular. “Hablamos de Haití”, concedió Petro en sus declaraciones a la prensa a la salida de un foro empresarial, ataviado con la gorra con el emblema de la Presidencia que ahora siempre lo acompaña –y que ha sido motivo de todo tipo de especulaciones–. “Brasil y Colombia queremos participar de una salida pacífica al problema haitiano”, añadió al reconocer que las economías ilícitas de Colombia han golpeado al sufrido país caribeño. Un grupo de mercenarios colombianos perpetró en 2021 el magnicidio del presidente Jovenel Moïse, lo que provocó una profunda deriva que persiste hasta hoy.
“Hemos hablado también de Venezuela”, que celebrará elecciones presidenciales el próximo 28 de julio, añadió. Petro transmitió a Lula la propuesta de una suerte de plebiscito en esos comicios, “que garantice un pacto democrático, que garantice para cualquiera que pierda en esas justas electorales certeza y seguridad sobre su vida, sobre sus derechos, sobre las garantías políticas que cualquier ser humano debe tener en su respectivo país”, relató el colombiano sin entrar en mayores detalles. El brasileño, a su turno, no se refirió a esa propuesta ni a la situación de Venezuela, aunque confirmó que fueron algunos de los temas sobre la mesa. “Fue más importante discutir la relación entre Colombia y Brasil”, zanjó. Lula, a su turno, le propuso a Petro construir una “alianza estratégica” para hacer crecer sus economías e impulsar la integración de Suramérica para tener mayor peso ante las grandes potencias.
Tanto Petro como Lula han criticado recientemente al Gobierno de Nicolás Maduro, luego de meses de discreción diplomática. Que las autoridades venezolanas hubieran vetado a Corina Yoris, la candidata designada por la inhabilitada líder opositora María Corina Machado, es “grave”, dijo Lula el mes pasado durante la visita a Brasilia del presidente francés, Emmanuel Macron. Petro, por su parte, llegó a calificar ese veto de “golpe antidemocrático”, pero la semana pasada visitó a Maduro en Caracas, donde también se reunió con el opositor Manuel Rosales –al que el chavismo sí permitió inscribirse como candidato–. Allí matizó sus críticas al declarar que Colombia trabajará por la “paz política” de Venezuela y les transmitió a ambos, según reveló este miércoles, su todavía confusa propuesta de un plebiscito como salida a la crisis venezolana.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones, descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale clic a +Unirme.