El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este viernes un grueso paquete de inversiones en Río Grande do Sul, estado fronterizo con Argentina y Uruguay que a fines del año pasado fue castigado por fuertes temporales.
EFE
«Lo que ocurrió aquí sirve de lección para entender mejor lo que está pasando en el planeta», con «excesos de lluvia donde antes no caía una gota y excesos de sequía donde antes llovía», declaró en un acto público.
El mandatario alertó de que la humanidad «es muy débil frente a la furia de la naturaleza» y afirmó que «hasta puede desaparecer si no cuida del planeta».
Lula visitó esa región del sur de Brasil y anunció un programa de obras de infraestructura que en total han sido cifradas en unos 29.500 millones de reales (6.020 millones de dólares).
Esas inversiones están enmarcadas en el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), que será ejecutado en todo el país por medio de sociedades público-privadas y con el que Gobierno pretende generar empleo y darle fuerte impulso a la actividad económica.
En el caso de Río Grande do Sul, serán volcadas en las áreas de vivienda, saneamiento, salud, infraestructura vial, educación y energías limpias.
A ese paquete correspondiente al PAC fue añadido un programa de asistencia financiera extraordinario por valor de 128 millones de reales (26 millones de dólares).
Esos últimos recursos serán utilizados en la recuperación de infraestructuras y la construcción de 857 viviendas en localidades de la región de Vale do Taquari, la que más sufrió con las lluvias torrenciales de los últimos meses de 2013.
Esos temporales, inusuales en esa época y atribuidos al desorden climático provocado por el fenómeno El Niño, afectaron a unas 30.000 personas, muchas de las cuales perdieron sus viviendas y están desde entonces en residencias temporales alquiladas por las autoridades locales.
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