El precio de la gasolina en Cuba costará cinco veces más a partir del viernes, una medida que probablemente hará subir otros precios en medio de noticias de que el gobierno ya no puede distribuir leche para niños pequeños ni pan para la población sin la ayuda de organizaciones internacionales y el emergente sector privado en la isla.
Tras las críticas de la población, los funcionarios cubanos pospusieron el aumento de precios durante un mes, citando un “incidente de ciberseguridad”. Pero el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, dijo en la televisión estatal a principios de esta semana que el gobierno no tenía otra opción si quería “corregir las distorsiones económicas” y ajustar el precio del combustible al mercado internacional. También admitió que el aumento de precios probablemente empeorará una inflación galopante.
“Sabemos que esto tiene consecuencias en los costos de los procesos productivos. La medida tiene en sí misma un impacto inflacionario, sin embargo, hay un grupo de decisiones que atenúan su impacto”, afirmó, citando la imposición de precios más bajos a los taxis privados que mueven una cantidad importante de pasajeros en ciudades como La Habana, donde el transporte público ha decaído.
El gobierno también comenzará a vender gasolina en dólares en un par de docenas de estaciones de servicio alrededor de la isla, con la esperanza de capturar divisas que, según dijo, usaría para comprar petróleo.
La población sufre cortes de electricidad que duran horas, una situación que los funcionarios atribuyen al aumento de los precios del petróleo. La compañía eléctrica estatal dijo que espera apagones el viernes por la noche porque no podrá satisfacer más de un tercio de la demanda proyectada.
Pero un análisis reciente de Reuters sobre los envíos de petróleo a Cuba cuestionó la narrativa del gobierno y concluyó que los problemas de generación y distribución dentro de la isla podrían ser los principales culpables de la crisis, en lugar del suministro. El viernes por la mañana las gasolineras estaban cerradas, medida que el gobierno consideró necesaria para actualizar los sistemas con los nuevos precios.
Como era de esperarse, el precio del dólar subió el viernes otros cuatro pesos cubanos y llegó a 314 pesos por dólar. Eso deja la pensión estatal promedio, 1528 pesos, con un valor de menos de cinco dólares. La inflación y el precio cada vez mayor de las monedas extranjeras han dejado a la mayoría de la población viviendo con salarios de miseria.
El dramático colapso de la agricultura y la producción de alimentos en los últimos años ha empeorado las cosas, aumentando los temores de que el hambre y la desnutrición afecten a la población de la isla. Los funcionarios del Ministerio de Agricultura dijeron que en 2023 el país produjo mil millones de huevos menos y 122 millones de litros menos de leche. La semana pasada, los funcionarios dijeron que el gobierno no podía comprar la harina necesaria para proporcionar el único panecillo que distribuye a los cubanos diariamente con sus tarjetas de racionamiento de alimentos.
Culparon a las “restricciones financieras” del embargo estadounidense, aunque este autoriza la venta de alimentos. Aunque el precio de la harina de trigo ha disminuido casi un 30% desde la misma fecha del año pasado, la escasez de pan se mantiene desde hace meses en provincias como Guantánamo y Sancti Spíritus. Allí, los gobiernos locales se han asociado con empresas privadas que pueden comprar harina en el extranjero. De manera similar, Emerio González Lorenzo, presidente de un conglomerado estatal de producción de alimentos, dijo la semana pasada que el gobierno estaba “tratando de comprar” toda la harina importada por empresas privadas para hacer frente a la crisis actual. María Gallar, portavoz del Programa Mundial de Alimentos, un programa humanitario de las Naciones Unidas, dijo que Cuba había solicitado apoyo para proporcionar leche en polvo a los niños.
Cuba no produce suficiente leche para ponerla a disposición de toda la población. Sólo los niños menores de siete años y los pacientes con algunas enfermedades crónicas y necesidades dietéticas reciben mensualmente leche en polvo a través de la libreta de racionamiento. Los funcionarios dijeron que el gobierno necesita 2.000 toneladas de leche en polvo cada mes para satisfacer esas necesidades. Gallar declinó hacer más comentarios, pero según la agencia de noticias española EFE, que informó por primera vez sobre la solicitud, esta es la primera vez que el gobierno de la isla solicita entregas de alimentos al Programa.
Según EFE, el gobierno solicitó ayuda a fines del año pasado y el Programa envió 144 toneladas en febrero. El viernes, el periódico Granma del Partido Comunista dijo que la entrega de leche a niños menores de siete años sería posible “en los próximos días” gracias a un envío de 375 toneladas de leche en polvo desde Brasil. El periódico también dijo que el gobierno compró más leche en Brasil, Canadá y otros países, incluido Estados Unidos. “se han contratado 500 toneladas de leche con EE. UU., en virtud de las excepciones establecidas por ese Gobierno para vender determinados productos a la Isla”, dijo el diario en un raro reconocimiento de las excepciones en el embargo que permiten las exportaciones de alimentos a Cuba.
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