Desde que participó en Masterchef España la vida de Fray Marcos García ha cambiado. Aunque no ganó la competencia, el venezolano de 45 años de edad, asegura en entrevista con la Voz de América, que se siente “ganador” y que la experiencia dentro del reality fue enriquecedora, tanto interna como externamente.
Por VOA Noticias
“Es una experiencia donde yo salí ganador, primero, por la cantidad de personas, sobre todo de mi país Venezuela que se unieron para apoyarme. Ahí ya no hubo distingos políticos ni ideologías. Entonces eso me gusta. La experiencia que me llevo la describo como una que me permitió conocerme a mí mismo más todavía, de experimentar y escudriñar cosas que yo no sabía de mí”, cuenta para la VOA.
Fray Marcos García, o como lo conocen allegados y feligreses: padre Fray Marcos, concursó recientemente en la temporada 11 de Masterchef España. Su participación no pasó desapercibida para los televidentes, no solo por los platillos que preparó, sino porque su oficio de pila está lejos de los fogones: es sacerdote.
Su amor innato por la cocina y por el sacerdocio
Fray Marcos tuvo sus primeros acercamientos con la cocina a los 10 años y en su natal Mérida, cuando ni siquiera planeaba oficiar como sacerdote. Cocinaba en casa de su vecina y fue perfeccionando su técnica con el pasar de los años, salvo en sus primeros años en la Iglesia, donde era difícil alternar con la cocina.
El venezolano ingresó a la orden en 1995, pero decidió hacer una pausa en 1999 para dedicarse al periodismo, otra de sus grandes pasiones. Regresó a la iglesia en 2000.
“En 2017 ya era profesor de votos perpetuos, de votos solemnes, ya había terminado la teología en Colombia hacía unos 4 o 5 años atrás, en 2013 había terminado la licenciatura y el bachillerato en Sagrada Teología con título civil y eclesiástico, entonces ya estaba en Venezuela de rector de un colegio en San Cristóbal, pero me enfermé y entonces decidí pedir un permiso por salud y me fui a Bogotá y ahí trabajé en NTN24”, recuerda.
Un año más tarde regresó a la orden y desde allí no ha parado, aunque lejos de casa, pues fue enviado a España en 2020.
“Yo llegué el 22 de enero del 2020 a Madrid, estuve un mes y una semana en el convento de Nuestra Señora del Rosario (Madrid), y de allí me asignaron a la ciudad de Ávila, donde estuve casi dos años, en el Real Monasterio de Santo Tomás de Aquino, donde me ordenaron sacerdote y después, hace un año y cuatro meses, vine al convento San Pedro Mártir, al norte de Madrid. Y aquí estoy de vicario parroquial y en el convento de vicario del superior”, explica.
Masterchef: un viaje enriquecedor para el padre Fray Marcos
Para el sacerdote venezolano su participación en Masterchef no fue casualidad. Su primer acercamiento con el programa fue con la franquicia de Colombia en 2018, cuando estuvo como parte del público invitado en el programa de lanzamiento de MasterChef Celebrity. “Desde ahí se me encendió la chispita (curiosidad), así como que wow, ¿cómo será participar, no? A mí me gusta la cocina. También cuando llegue a España veía algunos capítulos del programa”, asegura.
Como buen amante de la cocina, Fray Marcos comenta que siempre le ha gustado cocinarle a familiares y feligreses. Así que en noviembre de 2022 visitó la casa de unos venezolanos en Madrid, España, para preparar arepas y un arroz al vino blanco, una de sus especialidades, según él mismo afirma. Una de las comensales fue quien le hizo la propuesta de participar en Masterchef España, después de pensarlo accedió a darle sus datos para la preinscripción aunque, cuenta que decidió no incluir entre su información que era sacerdote.
Sin embargo, cuando fue pasando los filtros la producción insistió en incluir su profesión. Fray Marcos superó cada etapa de los castings con platillos inspirados en su país natal. Uno de ellos fueron las mollejitas de pollo en coco con un aguacate a la vinagreta y arroz con ají dulce, un homenaje que quiso hacerle al sur del lago de Maracaibo, en el estado Zulia.
El sacerdote venezolano salió a mitad de la temporada del programa. No obstante, afirma que se siente ganador por todos los conocimientos adquiridos y por el cariño que ganó del público, especialmente venezolano.
“Los venezolanos van a acabar con mi vida de tanta lágrima que he votado, de nostalgia, de alegría (…) hay una muestra de cariño enorme. ¿Y cómo lo recibo? Los recibo con humildad, con agradecimiento, con gratitud. El que navega en el mar de la gratitud está dispuesto siempre a anclar en el puerto de la esperanza, digo yo. Y del puerto de la esperanza salimos al puerto de la fe y al puerto del amor y eso nos lleva a anclar siempre en el mar de la gratitud. Yo soy un hombre que se siente pleno y agradecido”, manifiesta.
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