Un fragmento de un poema de Virgilio fue hallado por primera vez en un ánfora de aceite que data de hace 1.800 años y fue encontrada a partir de excavaciones en terrenos de un predio municipal de la localidad española de Hornachuelos (Córdoba).
El fragmento encontrado mide seis centímetros de ancho y ocho de largo, y la excepcionalidad de la pieza reside en que nunca se han documentado versos del autor de La Eneida, nacido en el año 70 a. C., en un ánfora destinada al comercio de aceite, informó la Universidad de Córdoba.
El resto de ánforas fue hallado por Francisco Adame, un vecino de la aldea de Ochavillo, en Fuente Palmera (Córdoba), cuando paseaba por la zona del arroyo de Tamujar, en un área muy cercana a la aldea de Villalón, y entregó el material a investigadores del proyecto ‘Oleastro’, de las universidades de Córdoba, Sevilla y Montpellier (Francia).
El equipo de investigación no se sorprendió por el hallazgo, porque es habitual que aparezcan palabras impresas en las ánforas y son estos datos impresos, como productores, cantidades o fiscalización, los que han permitido a la arqueología recomponer la historia del comercio agrícola del Imperio romano.
Pero al comprobar la literalidad del texto, los investigadores descubrieron que se trababa de algo insólito: un texto de Virgilio escrito en la zona inferior del ánfora, probablemente sin intención de que nadie reparara en ellos, lo que muestra cierto grado de alfabetización de un área rural como fue esta zona de la vega del Guadalquivir.
El informe “Las Geórgicas de Virgilio in figlinis: a propósito de un grafito ante cocturam sobre un ánfora olearia bética”, que publica hoy la Journal of Roman Archaeology, de la Universidad de Cambridge, revela que entre los restos se localizaron los primeros versos del poema Las Geórgicas, de Virgilio, autor cuyos textos se empleaban en Roma para enseñar a los niños a leer.
La inscripción corresponde a los versos séptimo y octavo del primer libro de las Geórgicas, un poema de Virgilio dedicado a la agricultura y la vida en el campo escrito en el 29 a.C.
“La autoría y la verdadera intención del que lo escribió son difíciles de determinar, pero todos los indicios nos dirigen hacia alguien que no deseaba que se viese, ya que fue inscrito en la parte inferior del ánfora”, explica Iván González Tobar, doctor por la Universidad de Córdoba, consigna el diario El Imparcial.
Virgilio fue el poeta romano más popular de su época. La Eneida se enseñaba en las escuelas y sus versos fueron un ejercicio pedagógico para muchas generaciones. Por eso, es habitual encontrarlos en restos de materiales cerámicos de construcción, lo que llevó a muchos autores a relacionarlos con funciones educativas. Pero la pregunta que inquietó a los investigadores es por qué fue hallado en un ánfora, y por qué Las Geórgicas y no La Eneida.
Los investigadores consideran que como el primer libro de Las Geórgicas está dedicado a la agricultura, y que se trata de una zona eminentemente rural, su uso pedagógico “no resulta descabellado, máxime cuando está constatada la presencia notable de niños en los talleres de tejas galo-romanas, aunque no está demostrado si colaboraban en ciertas tareas o solo pululaban por el alfar.
En el caso de los talleres de tablillas micénicas, en cambio, las huellas dactilares halladas asocian a los menores con tareas de aprendices de escribas. Los expertos se debaten, por tanto, sobre si este grafito fue un “ejercicio mecánico, como simple entretenimiento, o una práctica de escritura de alguien que grabó unos versos que aprendió de niño y que dejó inconclusa la cita, bien por un lapsus memoriae o porque cambió repentinamente de actividad”, según la investigación a la que tuvo acceso el diario El País.
Fuente Télam S.E.
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