El sacerdote Javier Eduardo González Pertuz falleció en extrañas circunstancias en Medellín, Colombia. Las primeras investigaciones de la muerte indican que el religioso fue abandonado por un hombre en un bar ubicado en el sector de Laureles.
El comandante de la Policía de Medellín, el coronel José Miranda, aseguró que el pasado sábado 4 de febrero, el cura salió del Seminario Misionero San José, donde se desempeñaba como formador, para ver el partido de la Selección Colombia sub-20. El sacerdote se habría reunido con otro hombre, con quien compartió sus últimas horas de vida.
“El administrador del bar nos dice que él llegó en compañía de otra persona, que consumen algunas bebidas y que la persona que se encontraba con él se retira media hora después. Los hechos se presentaron entre la una y una y media de la mañana. La persona se va más o menos a las 2 de la mañana”, señaló el coronel a Blu Radio.
En ese sentido, ese sujeto es el principal sospechoso de su deceso y las autoridades tratan de identificarlo. El acompañante del religioso se llevó el reloj, la billetera y el teléfono celular de González Pertuz y se marchó del sitio, mientras el cura se quedó “dormido” sobre la mesa y el administrador pensó que se encontraba borracho, por lo que lo sacó del local y lo dejó en el andén.
Después de ello, el personal del establecimiento llamó a la policía para comunicarle lo que sucedía. Los funcionarios que atendieron el caso encontraron muerto al sacerdote.
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