El Gobierno japonés estaría considerando el despliegue de 2030 de misiles hipersónicos en el archipiélago, con el objetivo de aumentar su poder disuasorio en el panorama actual de creciente tensión geopolítica, según adelantó hoy el diario Nikkei.
EFE
Estas deliberaciones estarían teniendo lugar durante la revisión del plan de seguridad nacional que Tokio tiene previsto actualizar hacia finales de año y en la que se espera un rearme del país con la guerra en Ucrania, la creciente influencia de China en la región y el desarrollo armamentístico de Corea del Norte como fondo.
Este mismo jueves, el régimen norcoreano lanzó tres misiles a primera hora del día, uno de los cuales disparó las alertas antiaéreas en varias zonas del archipiélago japonés, y tras lanzar un récord diario de más de una veintena de proyectiles en la víspera, un ritmo de test que está inquietando a las autoridades japonesas.
Los misiles hipersónicos pueden volar unas cinco veces más rápido que la velocidad del sonido, o más, y con una trayectoria más compleja que la de los balísticos, lo que los hace difíciles de derribar.
Algunos miembros del partido gobernante nipón vienen reiterando la idoneidad de potenciar las capacidades no solo de intercepción de misiles, sino de adquirir capacidades de contraataque.
Fuentes gubernamentales ya filtraron a los medios locales con anterioridad que entre otras consideraciones se está evaluando la adquisición, por ejemplo, de misiles de crucero estadounidenses, Tomahawk mientras ultiman la fabricación de proyectiles propios, aunque los detalles se conocerán oficialmente con el nuevo plan.
Rusia cuenta con misiles hipersónicos operativos desde 2019 y disparó uno desde un submarino en 2021, mientras que según el Libro blanco de Defensa nipón, China habría empezado a usarlos en 2020.
Estados Unidos todavía no ha desarrollado este tipo de proyectil, en el que se encuentra trabajando actualmente con la intención de desplegarlos a mediados de esta década, y Japón buscaría por su parte desarrollar sus propios aparatos hipersónicos, informó Nikkei.
El Ministerio de Defensa japonés ya habría comenzado a trabajar sobre la tecnología de motores necesarios para estos dispositivos y buscaría sumergirse en una investigación más profunda sobre misiles hipersónicos en 2023, detalló el mencionado periódico.
El Ejecutivo que lidera el primer ministro Fumio Kishida planea aprobar hacia finales de año una nueva Estrategia de Seguridad Nacional, en la que se formalizaría el antes citado concepto de «capacidades de contraataque», entre otras novedades destinadas a reforzar el potencial militar nacional.
En el marco de esta tendencia de rearme, la Administración Kishida buscaría sentar las bases hacia un aumento presupuestario de la partida de Defensa para que alcance progresivamente en torno al 2 % del producto interior bruto japonés, frente al 1 % actual, lo que lo situaría al nivel del gasto de los países de la OTAN.
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