Desde la noche del jueves 1 de septiembre, Fernando Andre Sabag Montiel es conocido por haber gatillado una pistola en la cara de Cristina Kirchner. Hasta entonces era un hombre de 35 años, nacido en San Pablo (Brasil) e instalado en el país desde que tenía 6. Que alquilaba un monoambiente en San Martín. Que tenía una novia -Brenda Uliarte, también detenida por el ataque- con la que integraba un microemprendimiento de venta de algodón de azúcar, y que profesaba creencias vinculadas al neonazismo y el esoterismo, entre otras.
Por TN Argentina
El tatuaje del “sol negro”, uno de los símbolos vinculados con la ideología neonazi que une a la rueda solar, la esvástica y la runa de la victoria, fue noticia, apenas se individualizó a Sabag Montiel como el autor del ataque. Además de esa figura, que ocupa buena parte de su brazo izquierdo, se tatuó un martillo Mjolnir del dios Thor de la mitología nórdica en el dorso de la mano izquierda, y una cruz de hierro alemana en la mano derecha. Este último dibujo es el que permitió a los investigadores develar su identidad.
“Comunismo satánico”, Wicca y otras aficiones de Fernando Sabag Montiel, el hombre que atentó contra Cristina Kirchner
Las creencias de Sabag Montiel, sin embargo, van más allá de las insignias grabadas en su piel. En Facebook, única red social donde lucía su nombre completo (en Instagram era Andrés Sabag Montiel y Fernando_Salim13) y que fue cerrada junto con las otras, seguía a grupos oscurantistas como “Comunismo satánico”. También a “Ciencias ocultas herméticas”, que se presenta como un espacio donde se tratan temas como filosofía, ciencia, astrología, astronomía, teología, alquimia, kabbalah, gnosis y alta magia.
Frecuentaba además los grupos “Coach antipsicópatas”, “Ciencias Ocultas Herméticas” y otras publicaciones basadas en cultos relacionados con la Wicca, religión neopagana nacida en Gran Bretaña en la primera mitad del siglo pasado de la mano del escritor ocultista Gerald Gardner, que tomó ideas antiguas de estas prácticas de brujería blanca y las plasmó en una doctrina más actual.
Otro de sus espacios favoritos era Camarada Miguel SS, una página católica de extrema derecha que reivindica doctrinas del cristianismo primitivo, como In hoc signo vinces (“Con este signo vencerás”). Este símbolo data del Imperio Romano y alude a un sueño que tuvo Constantino I la noche previa a la batalla del Puente Milvio contra Majencio, en el año 312. Según narra la leyenda, el emperador soñó con este símbolo y ordenó grabarlo en los escudos de sus soldados.
Teorías conspirativas, extraterrestres y masonería: un viaje a la mente de Fernando Sabag Montiel
Teorías conspirativas, extraterrestres y masonería también forman parte de la paleta de inquietudes de Sabag Montiel. Seguía al grupo contactista Catálogo Paranormal, que relata historias sobre ovnis y extraterrestres, clasifica a estos últimos en cuatro grupos: reptilianos, grises, anunnaki y pleyadianos.
Otro de los likes del atacante de Cristina Kirchner era División Ligustrina, que se presenta como “una organización sin fines de lucro conformada por Mujeres Argentinas Nacionalistas” y homenajea a Marcelo Scalera, perteneciente al grupo de skinheads neonazis que frecuentaban el Parque Rivadavia y, en agosto de 1996, fue asesinado a golpes por una patota de punks.
La música es otra de las aficiones del detenido. En el departamento donde vivía en deplorables condiciones de higiene, según se reportó en uno de los allanamientos ordenados por la Justicia, Sabag Montiel tenía guitarras y amplificadores. Le gusta el heavy metal y sigue a bandas de death metal y trash metal, situadas entre las ramas más extremas del género.
Sabag Montiel era lector de ciertos escritores, como el alemán Arnold Krumm-Heller, que publicó varios libros sobre esoterismo, espiritismo y ocultismo, y es considerado uno de los fundadores de la Fraternidad Rosacruz Antigua. El término rosacruz refiere en sus orígenes a una legendaria orden secreta de la que derivaron organizaciones adeptas a rituales de masonería, entre otras prácticas.
En el plano nacional, Sabag Montiel mostró interés en la obra del escritor ocultista Luis Felipe Moyano, más conocido como Nimrod de Rosario, que fundó la Orden de los Caballeros Tirodal. Se trata de una organización esotérica cuyos orígenes se remontan a la década del ‘80 y decía estar basada en el gnosticismo, conjunto de doctrinas religiosas y esotéricas surgidas entre los siglos II y III que fueron consideradas una herejía por la Iglesia Católica, pese a gozar inicialmente de la aceptación de intelectuales vinculados con el cristianismo.
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