La versión rusa de McDonald’s ha abierto sus puertas este domingo en Moscú, después de que la compañía estadounidense abandonara el país por la guerra de Ucrania. Se encuentra en el mismo lugar que la primera tienda de la cadena que se abrió en la capital rusa en los 90 y que simbolizó el final de la guerra fría y el desembarco del capitalismo en la entonces Unión soviética.
Como en aquel momento, una gran expectación ha rodeado la inauguración de este restaurante de comida rápida. Ha abierto con un logo distinto y bajo el nombre «Sabroso y punto», pero con un menú prácticamente idéntico. Ahora, la emblemática ‘M’ amarilla de McDonald’s ha dado paso a dos patatas fritas y una hamburguesa sobre un fondo verde. Las opiniones sobre la nueva tienda están divididas. Mientras algunos clientes aseguran que «no sufren» por la marcha de McDonalds, otros dicen que lo echan de menos, aunque creen que «poco a poco las marcas rusas podrán competir con las occidentales».
El grupo McDonalds comunicó en marzo que abandonaba el mercado ruso e iniciaba un proceso para vender el negocio en todo el país tras más de 30 años de actividad. Tras ello, un multimillonario ruso compró el negocio y ha asumido el control de los 850 restaurantes de la multinacional. «Queremos superar los resultados exitosos de McDonald’s de 2021», ha explicado el nuevo director general y ha asegurado que seguirán con «la calidad del producto y los servicios de siempre». Sin embargo, ya hay clientes que han pedido que vuelva el famoso BigMac.
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