En Tumeremo, al sur del estado venezolano de Bolívar, una de las principales actividades económicas está relacionada con la extracción y comercialización de oro. Las mujeres que acuden a esta zona con sus familias en busca de nuevas oportunidades, tienen dificultades para acceder a la atención de salud sexual y reproductiva.
Médicos Sin Fronteras, en conjunto con autoridades locales, ofrece consultas de planificación familiar y diagnóstico y tratamiento de enfermedades de transmisión sexual en el Hospital José Gregorio Hernández de Tumeremo.
Jessica, tiene 27 años de edad, vive en Tumeremo, en el Estado Bolívar, al sureste de Venezuela. Está sentada en la puerta de su casa con tres de sus siete hijos. Allí pasa los días con su madre, mientras su esposo trabaja en las minas. Su primer embarazo fue a los 14 años.
“No tenía posibilidad de cuidarme, hace un mes me pusieron un dispositivo en el brazo que durará cinco años, espero poder ligarme después. Cuando fui a la cita en el Hospital José Gregorio Hernández, todo fue muy rápido, miré para otro lado y estuve lista. El médico me explicó todo, hasta ahora me he sentido bien y estoy tranquila, una cosa menos de la que preocuparme”.
Ana y Cleidanis, no tienen hijos y piensan que cuidarse es la mejor opción para poder estudiar y buscar mejores oportunidades.
En el patio de su casa muestran el brazo donde tienen el implante anticonceptivo que pusieron en la consulta de salud sexual y reproductiva en el Hospital José Gregorio Hernández de Tumeremo. Están tranquilas porque ahora pueden tener control sobre su salud sexual.
Brigitte tiene 27 años, está en casa todo el tiempo atendiendo a sus cinco hijos. Su esposo y sus siete hermanos trabajan en las minas, ella ha ido a trabajar allá.
“Cuando fui a buscar la cita en el Hospital José Gregorio Hernández de Tumeremo, había más de 400 mujeres esperando, nos dieron cita a todas. Cuando me tocó sola, tenía miedo, pero el personal médico me explicó todo muy claro y en cinco minutos ya estaba lista, con las indicaciones de los cuidados y algunos preservativos para los primeros días, mientras el implante comenzaba a hacer efecto”.
Johanna tiene 21 años y es del estado Trujillo, al occidente de Venezuela. Llegó a Tumeremo hace dos años, pensando que en las minas encontraría más posibilidades para enviar dinero a su familia. Tiene una hija de cuatro años que dejó con sus padres y hace dos meses tuvo otro bebé.
Johanna llegó al hospital José Gregorio Hernández de Tumeremo, al sureste de Venezuela, donde acudió para el control del embarazo. Los promotores de salud y el personal médico de Médicos Sin Fronteras le hablaron sobre las consultas de salud sexual y reproductiva. El mismo día que nació Jeremy, se puso el implante subdérmico.
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