El senador republicano por Florida, Marco Rubio, arremetió contra su contrincante demócrata, Val Deming, luego que la administración Biden anunciara cambios en su política hacia Cuba y Venezuela.
“Los dictadores en Cuba, Venezuela y Nicaragua querían que Biden venciera a Trump”, afirmó Rubio en un mensaje divulgado a través de su cuenta en Twitter.
“Y les encantaría que esta títere de Pelosi, la congresista Val Demings, tomara mi lugar en el Senado”, concluyó Rubio.
Los dictadores en Cuba, Venezuela y Nicaragua querían que Biden venciera a Trump y les encantaría que esta títere de Pelosi, la congresista Val Demings, tomara mi lugar en el Senado. pic.twitter.com/WC6cLhPfjz
— Marco Rubio (@marcorubio) May 18, 2022
El presidente de EEUU, Joe Biden, ha hecho enfurecer con un alivio de las políticas de mano dura hacia Cuba y Venezuela heredadas de Donald Trump a los exiliados de esos países en Florida, lo que puede dejar a los demócratas aún más desvalidos electoralmente en un estado dominado por los conservadores.
En un año de elecciones en el que los republicanos buscan recuperar la mayoría en la Cámara de Representantes, los cambios en las políticas hacia Cuba y Venezuela, anunciados con un día de diferencia en medio de la campaña, pueden ser una ayuda extra para los candidatos rivales de los correligionarios de Biden en Florida.
“El plan de Biden para apuntalar a la dictadura de Cuba representa otro fracaso más cuando se trata de defender la libertad en nuestro hemisferio”, dijo este martes el gobernador de Florida, Ron DeSantis, en un mensaje similar al de los dirigentes del exilio cubano, en su mayoría alineados con el Partido Republicano.
Con el telón de fondo de una afluencia récord de cubanos hacia EEUU desde 2021 y la amenaza de un boicot a la Cumbre de las Américas de Los Ángeles, si no se invita a Cuba, Venezuela y Nicaragua, los cambios anunciados, aunque esperados, han desatado en Florida una catarata de críticas.
DeSantis, que buscará la reelección en noviembre, parte como favorito y, según los sondeos sobre intención de voto, está muy por delante de los aspirantes a la nominación demócrata, como el exgobernador Charlie Christ y la comisionada estatal de Agricultura Nikki Fried.
El actual gobernador incluso es considerado como un posible aspirante a la nominación republicana en las elecciones presidenciales de 2024, en las que en caso de celebrarse ahora aventajaría a Biden por más de 10 puntos, según un reciente sondeo de la firma Rasmussen.
UN ESTADO CADA VEZ MÁS CONSERVADOR
En las presidenciales de 2020 Biden fue derrotado en Florida por el republicano Donald Trump, que le sacó casi 3,5 puntos de ventaja. Aunque Biden fue el candidato más votado en Miami-Dade, un bastión demócrata, obtuvo menos votos que Hillary Clinton en 2016.
Es en este condado, el más poblado y rico de Florida, donde los cambios en la política hacia Cuba y Venezuela pueden perjudicar más al Partido Demócrata, pues aquí se concentran las mayores comunidades de cubanos y venezolanos, así como de nicaragüenses.
El supuesto riesgo de un EEUU “socialista” si Biden ganaba, con el que los republicanos buscaron “el voto del miedo” en 2020, fue un argumento que caló bien en los electores floridanos originarios de Cuba, Venezuela y Nicaragua y de otros de países latinoamericanos. Los congresistas y senadores de origen cubano, que han mantenido vivo desde entonces el fantasma del “socialismo”, han reaccionado al unísono con la mayoría de los grupos del exilio tras los anuncios de la Administración Biden sobre Cuba y Venezuela.
“Las concesiones unilaterales del presidente Biden son una traición a la causa de la libertad en Cuba”, escribió este martes el representante Mario Díaz-Balart. Rosa María Payá, hija del fallecido líder opositor cubano Oswaldo Payá, calificó de indignante la “ineptitud de una administración que prefiere la aprobación de la dictadura y cede a su chantaje migratorio, aún en contra del clamor del pueblo”.
CUBA Y VENEZUELA, TAMBIÉN UNIDAS EN ESTO
Ramón Sául Sánchez, del Movimiento Democracia, fue la voz disonante en el exilio al apoyar que va a haber más vuelos a Cuba, que los cubanos van a poder recibir más dinero de sus familias en EEUU y que los que viven aquí podrán de nuevo “reclamar” a sus familiares en la isla en virtud de un programa de reunificación que será reactivado.
Aun así, reprochó a Biden que no haya consultado con las fuerzas del exilio como, al inicio de su mandato, había prometido hacer a la hora de tomar decisiones sobre Cuba. El anuncio de que la Administración Biden levantará las sanciones a Venezuela para propiciar la reanudación del diálogo entre Gobierno y oposición también produjo el rechazo de organizaciones de exiliados venezolanos.
Un influyente senador demócrata, Bob Menéndez, de origen cubano, advirtió el martes que “la historia demuestra que las negociaciones basadas en concesiones unilaterales no conllevan cambios factibles en las acciones de regímenes autoritarios”.
Pero, como dijo este martes en un foro en Miami Juan González, asesor principal de Biden para asuntos de América Latina, tampoco la mano dura aplicada por Donald Trump durante su Presidencia devolvió la libertad a países como Cuba, Venezuela y Nicaragua.
En un aparente esfuerzo de control de daños, el presidente del Partido Demócrata de Florida, Manny Díaz, hizo hincapié en que las medidas son “alentadoras” para los cubanos de a pie y “especialmente para las miles de familias que siguen separadas por la política draconiana de la pasada administración”.
El Comité Nacional Republicano, a través de su portavoz Julie Friedland, subrayó: “Los demócratas de Florida tienen 99 problemas y el alivio a las dictaduras comunistas por parte de Joe Biden es definitivamente uno de ellos”.
Con información de El Nuevo Herald
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