El representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de Beijing no reveló hacía quienes iban dirigidas las sanciones.
China dijo el jueves que impondría restricciones de visa a funcionarios estadounidenses en represalia por la restricción estadounidense de visas para funcionarios chinos.
A principios de este mes, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, anunció la restricción a los funcionarios chinos que, según dijo, habían estado involucrados en «actos represivos» contra las minorías étnicas y religiosas.
Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, no dio detalles de quiénes eran los funcionarios estadounidenses, pero explicó que habían mentido sobre el historial de derechos humanos de China.
«Estados Unidos usa el pretexto de los llamados problemas de derechos humanos para inventar mentiras maliciosas y las usa como excusas para interferir en los asuntos internos de China, difamar la imagen de China y reprimir a los funcionarios chinos», apuntó Wang. “Estas acciones no tienen una base moral y violan gravemente el derecho internacional y las normas básicas de las relaciones internacionales. China se opone firmemente a esto».
Los taiwaneses marchan en las calles protestando por la guerra en Ucrania durante una manifestación en Taipei, el 13 de marzo de 2022.
«Con el fin de salvaguardar la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de China, y para proteger los derechos e intereses legítimos de los funcionarios chinos… China ha decidido imponer restricciones de visa recíprocas a los funcionarios estadounidenses que inventaron mentiras sobre cuestiones de derechos humanos que involucran a China, abogaron por sanciones contra China y perjudicó los intereses de China», detalló.
A principios de este mes, Wang exigió que Estados Unidos levante sus restricciones a los funcionarios chinos o que enfrentaría «contramedidas».
Estados Unidos y otros países occidentales han acusado a Beijing de realizar un genocidio contra la minoría musulmana uigur en la provincia occidental china de Xinjang. Beijing ha negado la acusación.
Blinken acusó la semana pasada a China de intentar «acosar, intimidar, vigilar y secuestrar a miembros de grupos minoritarios étnicos y religiosos, incluidos aquellos que buscan seguridad en el extranjero y ciudadanos estadounidenses que hablan en nombre de estas poblaciones vulnerables».
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