Una jueza rusa condenó el martes a Alexéi Navalny a nueve años de internamiento en una colonia penitenciaria de «régimen estricto», intensificando la presión contra el principal opositor del Kremlin, en plena ofensiva rusa de Ucrania.
AFP
En paralelo, el gobierno ruso está reforzando su arsenal jurídico para reprimir cualquier crítica al gobierno.
El último ejemplo es la aprobación este martes de una ley que prevé importantes sanciones para castigar la «información engañosa» sobre las acciones de las instituciones rusas en el extranjero.
La condena a nueve años del opositor anula y sustituye los dos años y medio que ya estaba cumpliendo e incluye el año ya cumplido.
Estados Unidos condenó esta última sentencia, afirmando que busca «acallar» las voces disidentes en Rusia y «ocultar» la guerra en Ucrania.
«El simulacro de fallo de la corte es el último de una serie de intentos de acallar a Navalny», dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
La Unión Europea (UE) también condenó «firmemente» la nueva sentencia y denunció un veredicto con «motivaciones políticas».
«Reiteramos nuestro llamado a las autoridades rusas para su liberación inmediata y sin condición», afirmó el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Navalny, encarcelado a principios de 2021, fue condenado esta vez por «fraude» y «desacato» a un magistrado, unas acusaciones que considera políticas.
Salvo una improbable victoria en la apelación, tendrá que cumplir su condena en una colonia penitenciaria de «régimen estricto», lugares aislados con condiciones mucho más duras que en las denominadas colonias «generales», como la de Pokrov, donde está encarcelado actualmente.
Fue en este campo de prisioneros, a 100 km de Moscú, donde el opositor estaba siendo juzgado desde mediados de febrero en una sala improvisada.
«Putin tiene miedo de la verdad, siempre lo he dicho. La lucha contra la censura, llevando la verdad al pueblo de Rusia, sigue siendo nuestra prioridad», escribió Nalvani en en Twitter tras su condena.
El activista anticorrupción, de 45 años, compareció el martes en la vista con ropa de presidiario y con el rostro demacrado, acompañado por sus abogados.
Tras el veredicto, los letrados fueron detenidos brevemente a la salida de la prisión, constató un periodista de la AFP en el lugar. Su detención se produjo después de que la policía les dijera que abandonaran la calle donde estaban hablando con la prensa.
Un centenar de periodistas pudieron ver la transmisión en vídeo de la audiencia en una sala instalada en la colonia penitenciaria.
Solo un partidario del opositor acudió a manifestarse fuera de la prisión. «Navalni es un héroe (…) la gente se queda en casa, tiene miedo», dijo Leonid Banionis.
«Malversación» y «desacato»
En el caso juzgado el martes, Navalny estaba acusado de malversar millones de rublos en donaciones a sus organizaciones anticorrupción y de «desacato» al tribunal durante un juicio anterior.
El opositor asegura que estos cargos fueron orquestados por el Kremlin para mantenerlo en prisión el mayor tiempo posible.
Conocido por sus investigaciones sobre la corrupción de las élites, Navalny lleva más de dos años siendo objeto de una dura represión por parte de las autoridades.
En agosto de 2020, cayó gravemente enfermo en Siberia, víctima de un envenenamiento con un agente nervioso, ordenado según él por el propio presidente ruso.
El Kremlin lo niega, pero las autoridades rusas nunca han investigado este supuesto intento de asesinato.
A su regreso a Rusia, en enero de 2021, tras cinco meses de convalecencia, fue detenido y condenado a dos años y medio de prisión por un caso de «fraude» de 2014 relacionado con la empresa francesa Yves Rocher.
En junio de 2021, sus organizaciones, que llevaban años haciendo campaña en toda Rusia, fueron calificadas de «extremistas» y prohibidas, lo que llevó a muchos activistas a exiliarse para evitar ser procesados. Otros han sido detenidos y se enfrentan a duras penas de prisión.
La represión en Rusia ha ido acompañada de la prohibición de los últimos medios y oenegés críticos con el Kremlin.
En este sentido, el Tribunal Supremo de Rusia rechazó el martes un pedido de suspensión de la disolución de la oenegé Memorial, confirmando su desmantelamiento.
Desde su colonia penitenciaria, Navalny sigue transmitiendo mensajes contra Vladimir Putin y la ofensiva en Ucrania. También ha seguido convocando manifestaciones contra el conflicto a pesar de los riesgos que conlleva.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.