El diputado por Voluntad Popular de la Asamblea Nacional legítima, Gilmar Márquez, se refirió este martes a la situación agroalimentaria en Venezuela y aseguró que producir alimentos en el país es una de las labores más difíciles que puede existir.
Sostuvo que esto se debe a una economía devastada y dolarizada, así como a los inconvenientes que existen para los pequeños, medianos y grandes productores en adquirir combustible para el funcionamiento de las maquinarias en el campo.
“A esto hay que sumarle el costo elevado de los insumos agrícolas que vienen en su mayoría de Colombia o deben comprarse en mercados negros para atender la producción y mantener unos estándares mínimos. El precario servicio eléctrico en las zonas rurales también afecta a la producción”, afirmó el parlamentario durante la sesión de la Comisión Delegada.
Márquez alertó que la mano de obra del campo venezolano se ha ido por el bajo poder adquisitivo. “Cuando los bienes logran salir hacia los mercados nacionales, los productores deben someterse al llamado matraqueo en las alcabalas. Existen mafias en varias zonas de las carretas nacionales”.
Expresó que no existe la soberanía alimentaria de la que tanto alardeó el régimen. “Se anunciaron grandes programas en apoyo al campesino, pero solo vemos tierras abandonadas, fundos expropiados para hacerle daño al campo”, indicó.
Ante la crisis generalizada que se vive en el campo, el legislador por la tolda naranja pidió mantener firme la lucha por el regreso de la democracia en el país. “Quienes luchan diariamente sortean obstáculos para poder mantener las unidades de producción. Debemos regresar a la democracia, al Estado de derecho para que nuestros productos puedan ir en un futuro próximo a los mercados internacionales”.
Con información de NDP
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