La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) expresó su preocupación por las condiciones en las que se encuentran los migrantes y refugiados venezolanos en la vecina Guayana, particularmente los 2.500 miembros de la comunidad indígena warao.
El acceso de estos indígenas a servicios de atención es limitado, y el envío de ayuda se ve dificultado por la falta de infraestructura de transporte en las remotas.
«Muchos de los warao sólo pueden comer una vez al día, a veces menos; no tienen oportunidades de empleo y la mitad de ellos recurren a la mendicidad, dependen de la asistencia humanitaria o realizan pequeños trabajos, a veces a cambio de comida», señaló la representante regional de ACNUR Philippa Candler.
Un niño de estas comunidades falleció y otros tuvieron que recibir atención médica la semana pasada debido a problemas derivados de la malnutrición.
Guayana acoge unos 24.500 migrantes y refugiados procedentes de Venezuela.
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