La diferencia de criterios en la oposición cobró una factura muy alta durante las elecciones del pasado domingo 21 de noviembre, cuando el chavismo con apenas 3 millones 846 mil 705 votos logró pintar casi por completo el mapa de rojo al capitalizar al menos 19 gobernaciones, mientras que la oposición apenas consolidó tres (Zulia, Cojedes y Nueva Esparta) y mantiene una cuarta en disputa (Barinas), a pesar de sumar 4 millones 589 mil 115 votos en sus tres fuerzas: Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Alianza Democrática y partidos independientes.
«Esta desunión es la que verdaderamente termina afectando los resultados de manera determinante desde el punto de vista electoral. No sólo es la ausencia de condiciones electorales, sino que si la oposición se sabotea difícilmente podrá avanzar en resultados positivos para salir del sistema político en que estamos», dijo el politólogo, Nicmer Evans, al afirmar que urge una reconfiguración de la oposición en una nueva plataforma donde exista representatividad de los tres polos.
Y es que de haber logrado candidaturas unitarias entre la MUD, la Alianza Democrática y los partidos independientes, quienes adversan al oficialismo habrían lo grado al menos 18 gobernaciones, un mayor número de alcaldías sumado a los representantes en consejos regionales y cámaras municipales.
Esta falta de acuerdo llevó a que la oposición perdiera estados conquistados en 2017. Un ejemplo es Táchira, que estuvo gobernado por Laidy Gómez de Acción Democrática, al lograr arrebatarle el mando a José Vielma Mora (PSUV); sin embargo, ese liderazgo opositor no logró mantenerse.
Gómez, quien fue abanderada por la Alianza Democrática para la reelección, sumó 135 mil 277 votos, mientras que Freddy Bernal, candidato del (PSUV) logró 138 mil 717 voluntades. Sin embargo, de haberse logrado un acuerdo el escenario habría sido distinto y el candidato respaldado por la oposición en pleno habría alcanzado un triunfo con 198 mil 806 votos, lo que representa un 30,22% por encima del oficialismo.
Un caso similar se registró en Lara. Henri Falcón, exgobernador del estado y candidato por la Alianza Democrática alcanzó un total de 229.828 votos, mientras que Adolfo Pereira, del PSUV, ganó con 260 mil 864 votos, cifra que pudo ser superada por un candidato unitario, que hubiese capitalizado 299.727 votos en total.
«El mayor reto que tiene la oposición es ver hacia adelante y entrar en conciencia. Hay que elevarse en la discusión política y dejarse de infantilismos para entender la realidad desde el punto de vista político en el país», dice Evans, al precisar que la unificación opositora no necesariamente debe ser perfecta, pero sí deben confluir los factores y que se logre un mejor panorama y liderazgo de cara a un referéndum revocatorio para el 2024, donde primero logren la recolección al menos de 4 millones de firmas y luego mínimo 6.3 millones de votos.
Malas decisiones
El politólogo, Radamés Graterol, explicó que la mayoría de las gobernaciones las perdió la oposición porque la ciudadanía, de acuerdo a los estudios de opinión reclamaba entendimiento para lograr las mejores candidaturas que podrían dirigir la política en los diferentes estados y municipios.
«Los resultados también evidencian que la gente que fue a votar, que es el 42% del padrón electoral de un total de 21 millones, se inclinó por el candidato que mayor posibilidad tenía de derrotar al Gobierno. Si en este caso, la Mesa de la Unidad Democrática presentaba como candidato a un dirigente arraigado a una localidad y con capacidad de liderazgo, el elector se iba a sentir identificado y eso podía aumentar la elección», comunicó.
Sin embargo, afirma que si para estos comicios no se lograron acuerdos unitarios entre la Alianza Democrática, MUD y los partidos nuevos, independientes, es porque hay grandes diferencias que hoy los separa.
Para leer la nota completa, pulsa aquí
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.