Travis Scott publicó una serie de mensajes en su cuenta de Instagram para actualizar sobre la tragedia ocurrida en su concierto el viernes en la noche en donde ocho personas murieron y decenas se quedaron atrapadas sin poder moverse ni respirar.
El rapero dijo que está tratando de identificar a las familias de las víctimas durante su presentación en el Festival Astroworld en NRG Park, en Houston, Texas.
“Solo quiero enviar mis oraciones a los que perdieron la vida anoche”, dijo Scott en Instagram.
En las siete historias que publicó en la red social, se ve al artista frotándose la cabeza, angustiado. Pidió que cualquier persona que tenga información debe comunicarse con las autoridades locales para que los investigadores puedan averiguar qué salió mal.
“Mis fanáticos realmente significan el mundo para mí”, dijo. “Siempre quiero dejarles una experiencia positiva. Nunca pude entender la gravedad de la situación”.
En los videos, el rapero dijo que está devastado y reiteró que nunca pudo imaginar que sucediera algo así.
Las autoridades de Houston están investigando qué fue exactamente lo que provocó una avalancha en medio del concierto.
Una de las hipótesis que están barajando las autoridades es la posibilidad de que alguien empezara a inyectar drogas a los otros espectadores, una teoría que ha estado circulando por redes sociales y que mencionó este sábado el jefe de Policía de Houston, Troy Finner, durante una rueda de prensa.
Finner reveló que, en las últimas horas, había recibido información sobre un agente de seguridad que intentó inmovilizar a alguien durante al concierto y recibió un “pinchazo” en el cuello.
Ese agente perdió el conocimiento y, para recobrarlo, tuvo que recibir un fármaco llamado Naloxona y que sirve para revertir rápidamente sobredosis de opioides.
Las autoridades locales apenas ofrecieron más detalles, pero ante la insistencia de los periodistas, el jefe de bomberos de Houston, Sam Peña, explicó que el personal médico que estaba en el concierto tuvo que administrar “varias” dosis de Naloxona, pero no dio un número exacto.
Finner indicó que la investigación tiene carácter criminal y están implicadas las unidades de homicidios y narcóticos del departamento de Policía de Houston.
El suceso se produjo cuando unas 50.000 personas se agolpaban al aire libre para disfrutar de un concierto de Scott, originario de Houston y quien, en 2018, lanzó un álbum llamado Astroworld y fundó el festival de música del mismo nombre.
Sobre las 21.15 hora local (02.15 GMT del sábado), se desató el pánico y la multitud empezó a empujar en la dirección del escenario, mientras se producían peleas entre los asistentes y algunos perdían el conocimiento.
Como resultado, 25 personas fueron hospitalizadas, de las que 13 todavía están recibiendo atención médica, incluyendo cinco menores de 18 años, de acuerdo con los datos actualizados que ofreció este sábado Peña.
Según el funcionario, muchos de los asistentes tuvieron que recibir primeros auxilios en el mismo lugar de los hechos, donde se levantó un hospital de campaña que examinó a unas 300 personas.
Entre la multitud había especialmente muchos jóvenes que habían acudido a ver a Scott, explicó en la rueda de prensa Lina Hidalgo, juez administrativa del condado Harris, donde está Houston.
De hecho, entre los ocho fallecidos hay dos menores, de 14 y 16 años, así como dos personas de 21 años, otras dos de 23 y una de 27, además de otro varón que no ha sido identificado.
“Este es un artista que atrae a mucha gente joven, así que esto podría haber sido mucho peor”, consideró Hidalgo.
Una de las cosas que se están examinando, explicó la funcionaria, son los planes de seguridad que diseñaron los organizadores del festival Astroworld. “Esos planes quizás no eran adecuados o quizás eran buenos pero no se siguieron”, aventuró.
Tanto la seguridad como la atención médica del evento corrían a cargo de una tercera empresa contratada por Astroworld, aunque la Policía y el departamento de bomberos de Houston estaban prestando asistencia.
En concreto, en el recinto del concierto, había 528 agentes del departamento de Policía de Houston y 755 oficiales de empresas de seguridad privada, indicó Finner, quien pidió colaboración ciudadana para acelerar las pesquisas.
Varios de los asistentes al concierto fueron este sábado interrogados por la Policía y algunos también acudieron a los medios de comunicación para describir su experiencia.
Una de ellas fue Madeline Eskins, enfermera de profesión, y que contó a CNN cómo la gente empezó a empujar hacia el escenario en cuanto Scott inició su actuación y, en seguida, empezó a sentir cómo su cuerpo se comprimía.
“Sentía una presión constante en mi pecho, una presión constante en mi espalda. En un lado, me estaban aplastando. Intenté levantar los brazos para intentar abrirme espacio, pero no funcionaba”, narró.
La presión se incrementó cuando Scott empezó a actuar y Eskins perdió el conocimiento de manera intermitente, de manera que no podía ver qué pasaba pero sí podía sentir a la gente agolpándose.
Lo siguiente que recuerda es que alguien la agarró, la hizo pasar a través de una valla y la sentó en una silla, donde volvió a perder la consciencia, para despertarse más tarde en una zona diferente y con una botella de agua en su regazo.
Las autoridades locales han creado un centro de reunificación familiar en un hotel para ayudar a quienes aún están buscando a sus seres queridos y, además, han establecido una línea telefónica de asistencia.
(Con información de EFE)
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