Las migrantes venezolanos son presa fácil de formas de esclavitud moderna, como el trabajo forzado o la explotación sexual, según un estudio de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
Por Adriana Núñez Rabascall- VOA
Salir del país sin documentos y por vías irregulares expone a los migrantes venezolanos a redes de tráfico humano, sobre todo, en las fronteras de Venezuela con Brasil y Colombia, destaca una investigación de esta universidad venezolana, publicado recientemente.
«Son personas que son vistas como elementos redituables, pues no se extinguen hasta tanto no se acabe la persona y pueden comercializarlas cuantas veces como sea posible”, explica a la Voz de América Eumelys Moya, investigadora de la UCAB.
Las bandas, según el estudio, se aprovechan de mujeres y adolescentes que salen de Venezuela sin dinero, sin pertenencias y, en ocasiones, con signos de desnutrición. Prometen agilizar permisos migratorios y llevarlos a sitios supuestamente seguros.
«¿De qué se valen estas redes? De promesas laborales engañosas, unos sueldos fabulosos, unas condiciones o beneficios llamativos para que estas personas sucumban y acepten la oferta”, expone Moya.
El uso de redes sociales y otros medios de comunicación interpersonal “siguen siendo de las principales herramientas de captación”, explica la investigación.
En el caso de los migrantes venezolanos que van rumbo a Brasil, “existen elementos suficientes para hablar de la existencia de redes de trata de personas que captan a estos migrantes para fines de explotación”, afirma el informe.
Las condiciones de pobreza de estos migrantes también los somete a otro tipo de abusos.
«En Colombia, logramos conocer algunos casos de mujeres que las personas le alquilan una habitación, incluso estando con su familia, y luego le quieren cobrar con favores sexuales a cambio de permitirles la permanencia en esa residencia o en los lugares de trabajo”, comenta la investigadora.
En el Norte de Santander se determinó que el 90% de las trabajadoras sexuales son de nacionalidad venezolana, señala el reporte como dato.
No solo en Brasil y Colombia
La situación, sin embargo, no se queda en Colombia o Brasil. El reporte recuerda un informe elaborado por Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Panamá, Trinidad y Tobago, República Dominicana, Costa Rica y Guyana, que reveló que el 21% de 4.600 venezolanos encuestados fueron obligado a trabajar sin recibir ningún tipo de remuneración, o fueron retenidos contra su voluntad desde que salieron.
Además, señalan como otro dato que en junio del 2021 se supo que, una vez las víctimas se encuentran en Trinidad y Tobago, deben pagar hasta 2.000 dólares por su libertad a los líderes de las bandas organizadas de trata.
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