La variante delta se descubrió el pasado mes de octubre en la India. Desde entonces, se ha expandido a un centenar de países, incluido España, donde a principios de julio ya era la mutación mayoritaria en cuatro comunidades autónomas. Hoy supone un 68% de los contagios, según el Informe del Ministerio de Sanidad correspondiente a la semana del 12 de julio. La explosión de esta variante se debe a que, según se sospecha, es hasta un 60% más contagiosa. Este mismo viernes salió a la luz un documento interno del Centro de Control de Enfermedades de EE UU (CDC, por sus siglas en inglés) que asegura que la variante delta es más contagiosa que los virus del MERS, el ébola, el resfriado común, la gripe estacional y la viruela, y es tan transmisible como la varicela. Otro estudio, aún no revisado por otros especialistas, apunta a que el nivel de carga viral de los infectados con la variante delta, hasta 1.260 veces mayor, puede ser el factor clave para su alta transmisibilidad. Aunque no es el único.
Por EL PAÍS
La investigación se llevó a cabo en el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Guangdong, China. En esta ciudad se detectó el primer caso de la variante delta el 21 de mayo. Hasta el 18 de junio se registraron 167 casos. Durante las cuarentenas de los contactos estrechos, los investigadores realizaron pruebas PCR de forma diaria y tomaron nota de la cantidad de carga viral de cada infectado el primer día en el que daban positivo. Después, compararon esas cifras con las obtenidas en 63 personas infectadas en 2020 con la cepa original de la covid. El grupo contagiado con la variante delta demostró tener hasta 1.260 veces más carga viral que aquellos que enfermaron con la primera versión del coronavirus.
Esta mayor carga viral puede asociarse con una mayor frecuencia de eventos de supercontagio, tal y como sugiere Juan Bárcena, virólogo e investigador del Instituto Nacional de Investigación Agraria: “Con esta cepa, que tiene cargas más altas al principio, es más fácil que se produzcan los eventos supercontagiadores”. En estos casos, una única persona infectada es capaz de contagiar a 10 o más de sus contactos. A principios de año, un brote provocado por un supercontagiador aisló a todo un bloque de vecinos en Bilbao. Más de 30 personas se contagiaron a través de los ascensores del edificio y un sistema de ventilación antiguo. Cinco de ellas murieron.
El tiempo que pasa entre la exposición al virus y la detección de este es de cuatro días de media con la variante india, frente a los seis días de media que se tarda con otras cepas
El seguimiento estrecho de los casos durante el estudio también permitió percibir que el tiempo que pasa entre la exposición al virus y la detección de este es de cuatro días de media, frente a los seis días de media que se tarda con la cepa original. De hecho, según cita el informe, el Gobierno de la provincia empezó a pedir una prueba covid negativa de las últimas 72 horas a partir del 6 de junio. Solo un día después, redujo este plazo a 48 horas. Durante el brote de 2020, el plazo vigente era de siete días. Este menor periodo de incubación de la variante delta obliga a los sistemas de rastreo a operar a mayor velocidad, algo que no siempre es posible debido a la carga de trabajo.
El estudio también apunta hacia la posibilidad de que la variante delta pueda ser más infecciosa en los primeros días de contagio, antes incluso de mostrar síntomas. El problema es que es complejo medir la infecciosidad a partir de las investigaciones clínicas, “ya que menos del 50% de la transmisión se produce durante la fase presintomática”, se lee en el documento.
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