Tras más de un año sin clases presenciales y luego de la vacunación del personal docente, miles de estudiantes de Ciudad de México retomaron este lunes las lecciones en las aulas, aunque el regreso todavía es voluntario.
«Ya tenía mucho que no entraba a una escuela y estoy nervioso y emocionado porque la escuela está muy grande», dijo a Efe Álvaro López, un alumno que cursa el primer grado en la Escuela Secundaria Teodoro Flores de la alcaldía Iztapalapa.
Álvaro es uno de los casi 600 alumnos que conforman la plantilla de este centro, que abrió sus puertas a partir de hoy para recibir a un centenar de jóvenes que regresan antes de que termine el ciclo escolar.
«(Nuestra) preocupación era rescatar a nuestros alumnos más vulnerables, los que están en riesgo de repetir el ciclo escolar», explicó Mariana Ignacia Carrasco Cruz, directora de este plantel educativo.
La imagen de los colegios capitalinos abriendo las puertas cada mañana es algo que no se veía desde marzo de 2020, cuando la pandemia por coronavirus, que suma en México más de 2,4 millones de casos y rebasa los 228.000 muertos, obligó a cerrar los planteles educativos del país.
De acuerdo con la SEP, desde el pasado 20 de abril hasta ahora ya suman más de 2,5 millones de docentes vacunados en el país, con lo que se ha inoculado a 88 % del personal educactivo, quienes han sido uno de los grupos prioritarios para ser inmunizados en México.
A raíz de ello, más de 1,6 millones de alumnos del país y de todos los niveles de educación han vuelto a clases tras la apertura de más de 24.000 escuelas.
Claudia Sheinbaum, alcaldesa capitalina, informó este lunes que 1.103 escuelas abrieron -387 públicas y 716 privadas- y se estima que 80.000 alumnos y 10.000 maestros volvieron este lunes a las aulas.
Sin embargo, al menos en esta escuela, la dinámica de las clases no mantendrá, por el momento, la que tenía antes de la pandemia, pues solamente tendrán un periodo de 10 días de asesorías para poner al día académicamente a los alumnos que por alguna razón no pudieron conectarse a las sesiones en línea.
NO ERA TIEMPO
Aurora Edith Barragán Pacheco es la responsable de impartir clases de lengua española en esta escuela. Aunque reconoció que estaba ansiosa por volver a las aulas y ver a sus alumnos, consideró que aún no era momento de retomar el curso de manera presencial.
«No, no era tiempo de haber regresado», expresó.
Dijo que aunque han tenido apoyo de las autoridades y de la Secretaría de Educación Pública (SEP), todavía hay muchas cosas que arreglar para que se albergue de manera óptima a la población estudiantil.
«Es mucho nuestro compromiso y por eso hoy estamos aquí, pero creo que sí hacía falta más tiempo para acomodar lo que nos hace falta porque las escuelas no están bien», apuntó.
María Guadalupe Guerra Cruz es mamá de Grace, quien cursa el primer año de secundaria en esta institución.
Aunque voluntariamente llevó a su hija a la escuela, consideró este retorno como «innecesario porque estamos a finales del ciclo escolar, pero necesario para las personitas, niños que están atrasados en algunas actividades», reconoció.
DESERCIÓN, UN PROBLEMA
Carrasco Cruz explicó que pese a los enormes esfuerzos que el personal educativo realizó para mantener las clases con el alumnado, factores como la falta de conectividad, cambios de domicilio y decisiones propias incidieron para que se presentara una deserción de entre el 5 % y el 10 %.
Esto concuerda con los datos que ha publicado la Unicef, que asegura que la pandemia ha provocado la deserción de al menos 5 millones de alumnos en México.
En el caso de esta secundaria, ubicada en el barrio de San Miguel Teotongo, en la populosa alcaldía de Iztapalapa del sur de la capital mexicana, los maestros consideran que al menos 40 % de los alumnos no tuvo manera de conectarse a internet para las clases en línea debido al grado de marginación que se vive en esta zona.
Ante esta situación y, con el afán de evitar la deserción, el personal educativo desarrolló un cuadernillo de actividades para ayudar a los alumnos a no perder sus clases y, por ende, el ciclo escolar.
AFRONTAR RETOS
Barragán Pacheco consideró que la pandemia obligó a los docentes a repensar el modelo educativo, sobre todo porque al no tener contacto con los jóvenes se dificultaba la enseñanza y el aprendizaje.
Sin embargo, resaltó que con el regreso a clases, ahora se deben afrontar distintos retos, entre ellos, las medidas de higiene que se deben implementar para un retorno seguro y evitar contagios.
«Nos preocupa esta situación porque ¿cómo vamos a tener 20 chicos? A mí ya me parece demasiado y la misma infraestructura de las escuelas no nos permite tener la ventilación adecuada», indicó.
Aunado a ello, la regularización educativa será una labor «titánica», pero más allá de eso, el principal reto, dijo es trabajar en la cuestión socio emocional del alumnado. EFE
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