Los líderes occidentales denunciaron el desvío de un avión a Bielorrusia para arrestar a un periodista de la oposición como un acto de piratería y terrorismo. La Unión Europea y otros exigieron el lunes una investigación sobre el dramático aterrizaje forzoso del avión de Ryanair, que viajaba entre dos de los países miembros del bloque.
Raf Casert | Liudas Dapkus | AP
La aerolínea dijo que los controladores de vuelo bielorrusos le dijeron a la tripulación que había una amenaza de bomba contra el avión mientras cruzaba el espacio aéreo del país y le ordenaron que aterrizara en la capital, Minsk. Un avión de combate bielorruso MiG-29 se apresuró a escoltar el avión.
Raman Pratasevich, que dirigía una popular aplicación de mensajería que desempeñó un papel clave para ayudar a organizar protestas masivas contra el presidente autoritario de Bielorrusia, estaba a bordo y él y su novia rusa fueron sacados del avión poco después del aterrizaje. Al avión, que comenzó su viaje en Atenas, Grecia, finalmente se le permitió continuar hacia Vilnius, Lituania.
Los líderes occidentales condenaron enérgicamente la medida.
Un grupo de presidentes de los comités de asuntos exteriores de los órganos legislativos de varios países occidentales lo calificó como un acto de piratería.
“Este acto imprudente puso a los pasajeros ya la tripulación en grave peligro. Es un recordatorio de la ilegitimidad del régimen que reclama autoridad en Minsk ”, firmado por representantes de varios países de la UE, Reino Unido y Estados Unidos, que pidieron una investigación por parte de la Organización de Aviación Civil Internacional.
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