América ha recibido más de 500 millones de vacunas contra la covid-19 lo que, sin embargo, no ha garantizado el acceso equitativo a la población, especialmente de países como Guatemala, Honduras y Venezuela, cuyos bajos porcentajes de inoculación preocupan.
EFE
A la fecha, los Gobiernos del continente tienen en su poder aproximadamente 503 millones de dosis de los distintos biológicos que han sido aprobados por las autoridades sanitarias, según los reportes que han suministrado desde que comenzaron las campañas de vacunación.
A pesar de que la cifra es significativa, si se tiene en cuenta que la población de América es de 1.002 millones de habitantes, el ritmo ha sido dispar y agudiza día a día el abismo entre naciones pobres y ricas.
«En América Latina, a diferencia de América del Norte, el proceso de vacunación es lento frente a la velocidad con la que avanza la covid-19», dijo a Efe Román Vega, profesor del Instituto de Salud Pública de la Pontificia Universidad Javeriana, de Colombia.
Las razones de la demora, explicó el experto, «son multifactoriales», pues hay aspectos de «carácter global, como la crisis sanitaria en la India» y la lentitud en la entrega de las dosis por parte de las farmacéuticas, y de «carácter nacional», como las negociaciones que cada país realizó con las compañías y dificultades logísticas.
CONTINENTE DE CONTRASTES
Pese a los contratiempos, hasta el momento en América, que acumula más de 63 millones de casos de la enfermedad, se han suministrado 384 millones de vacunas, de las cuales aproximadamente 221 millones corresponden a la primera dosis y el resto a la segunda, de acuerdo con el reporte que entregó este viernes la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
A la cabeza en la vacunación en esta región se encuentra Estados Unidos, cuyo total de dosis aplicadas asciende a 243.489.829. De estas, explicó la OPS, 94.078.548 corresponden a segundas dosis.
Además, 8.247.496 personas han recibido la vacuna de Johnson & Johnson, que necesita una sola aplicación.
Por su parte, Uruguay superó este viernes las 2 millones de dosis inoculadas, la mayoría de ellas de la primera aplicación de la vacuna anglo-sueca AstraZeneca, la china Coronavac o la estadounidense Pfizer, mientras que más de 770.000 han recibido ya la segunda, lo que da que el 35,04 % de la población total recibió al menos la primera dosis mientras que el 22,01 % ha completado la inoculación.
En contraste, Honduras ha aplicado 64.369 vacunas, de las cuales 61.411 son la primera dosis y 2.755 la segunda. Asimismo, 203 habitantes han obtenido el inmunizante monodosis.
Por su parte, Guatemala reporta 168.367 inoculaciones, distribuidas en 166.469 de primera vez y 1.898 de la segunda ocasión.
Y, en el caso de Venezuela, la OPS informó que hasta hoy van 230.000 vacunas aplicadas, sin más especificaciones.
CRISIS EN LA INDIA AFECTARÁ EL PROCESO EN AMÉRICA
Aunque lejano por su ubicación geográfica, los ojos de América están puestos en India, un país con 1.350 millones de habitantes que atraviesa una crisis sanitaria sin precedentes por cuenta de la segunda ola de la pandemia en su territorio que ha causado una escasez dramática de oxígeno.
El número de contagios desde el inicio de la pandemia en ese país asciende a 21,4 millones y los fallecidos son 234.083.
Desde que arrancó la campaña de inoculación el pasado enero, India ha suministrado 164 millones de dosis, según el Gobierno, pero solo 32 millones de personas, que equivalen al 2,3 % de la población, ha sido inoculada por completo.
Frente a esta dolorosa realidad, Vega, integrante del Movimiento para la Salud de los Pueblos, una red global de instituciones académicas y comunitarias, comentó que «la crisis de la India ciertamente tendrá implicaciones en América en la medida en la que la población de ese país tendrá la prioridad de su Gobierno para ser vacunada ante la tragedia que viven».
De hecho, la OMS ya alertó esta semana de que la oferta de inmunizaciones para Latinoamérica y el Caribe se podría ver afectada en mayo y junio.
Los más perjudicados serían, según el organismo internacional, Haití, Nicaragua y Bolivia, que tenían previsto recibir a finales de este mes dosis del Instituto Serum de la India, el mayor fabricante de vacunas del mundo.
Además, ahondó Vega, «las medidas de apoyo de países poderosos, entre ellos Estados Unidos, la Unión Europea y China, estarán dirigidas a la India», lo que también puede frenar o demorar el arribo de vacunas donadas a las naciones más necesitadas de América.
LIBERAR LAS PATENTES: UNA LUZ PARA EL MUNDO
Mientras las vacunas se aplican como corresponde, con equidad, en el mundo se encendió una luz de esperanza con el anuncio de Estados Unidos de apoyar la suspensión de las patentes de las mismas.
En la Organización Mundial del Comercio (OMC), donde esta suspensión de patentes se debate desde octubre, la directora general, Ngozi Okonjo-Iweala, dio la bienvenida al anuncio de la Administración de Joe Biden, y señaló que el siguiente paso es tener un texto desde el que comenzar las negociaciones.
En América Latina, este impulso hizo cambiar de posición a Brasil, uno de los países más castigados por la pandemia.
El Gobierno brasileño afirmó en un comunicado que recibió «con satisfacción la disposición» de EE.UU. de negociar dentro de la OMC una «solución multilateral» a fin de «aumentar la producción y distribución de insumos y vacunas» a nivel global.
Brasil acumula cerca de 420.000 fallecidos asociados a la covid-19 y más de 15 millones de infectados, y la inmunización alcanza solo a un 8 % de su población de manera completa.
Asimismo, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, insistió este viernes en que las vacunas deben ser consideradas un «bien global» y recordó que él mismo había planteado esto en dos reuniones del G20, donde, según destacó, solo recibió el apoyo de los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y de México, Andrés Manuel López Obrador.
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