La libertad de prensa en Venezuela sigue un año más en caída libre, especialmente visible en las redes sociales. Violencia física, detenciones y un entorno jurídico restrictivo, es el escenario cada vez más hostil al que se enfrentan a diario los periodistas, según organizaciones independientes y el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Por Carolina Valladares – VOA
Este es el panorama que, como cada año, vuelve a ser noticia con la conmemoración del Día Internacional de la Libertad de Expresión e Información.
«Estamos recibiendo quejas de persecuciones, amenazas y detenciones por parte de los servicios de inteligencia y fuerzas de seguridad», denunció recientemente la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Y mientras tanto, Venezuela continúa con una tendencia a la baja que cada año acerca más al gobierno de Maduro con la aliada Cuba, país con el peor registro de medios independientes y libres en todo el hemisferio occidental, de acuerdo con el más reciente informe de la organización Freedom House.
“Venezuela durante mucho tiempo tuvo porcentajes en declive, pero nunca tan cercanos a Cuba. Un punto sobre cuatro significa que estamos hablando de un país en el casi no hay libertad de expresión. El único elemento que justifica uno y no cero es la existencia de periodistas independientes que, arriesgando su vida, están allí dando cobertura en la calle, pero arriesgándose», dijo Alesandra Pinna, directora de programas de la organización.
Sin embargo, en esta ocasión, la creciente falta de libertad de expresión en la red parece sería el ámbito que más preocupa a los defensores de los derechos humanos.
“Quizás el principal cambio, y el principal foco, está vinculado en la persecución sistemática para los periodistas en los espacios que están vinculados con internet que es en donde Venezuela puede circular con mayor libertad de información”, asegura Carlos Correa, director de la ONG venezolana Espacio Público.
Por su parte, la oposición en Venezuela señala que el estado les aplicó bloqueos selectivos en 2020 con eventos concretos en los cuales se anticipaban críticas al gobierno.
De acuerdo con el informe de Freedom House, se califican como violaciones a la libertad de prensa, la constante interrupción de la conectividad varios ciberataques documentados. La vigilancia estatal se mantuvo presente, incluso con la colaboración de empresas privadas de telecomunicaciones.
Según el Instituto de Prensa y Sociedad, en el primer semestre del pasado año, se produjeron en el país al menos 12 detenciones arbitrarias de periodistas por su cobertura de la pandemia de COVID-19, algo de lo que no escaparía el ciudadano común. Y es que profesionales médicos habrían sido también víctimas de ataques.
Según Correa, de Espacio Público, existen casos de médicos que han sido “sometidos a pena privativa de libertad por dar información o cuenta de lo que pasa en un hospital”.
Mientras tanto, a medida que se profundiza la crisis económica y política, el gobierno de Venezuela ha reforzado su control del poder mediante la aprobación de leyes que propician la censura, explican expertos.
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