La policía francesa arrestó este viernes a tres personas después de que una empleada de la policía fuera asesinada a puñaladas en su lugar de trabajo al suroeste de París por un presunto extremista islamista.
El hombre, originario de Túnez e identificado como Jamel G., de 36 años, luego fue abatido por las fuerzas de seguridad.
Una fuente judicial dijo que los tres detenidos eran parte del “séquito” del sospechoso.
El presidente Emmanuel Macron dijo que Francia nunca cedería al “terrorismo islamista” después del ataque a una estación de policía en Rambouillet, una tranquila ciudad de cercanías a unos 60 kilómetros de París, que revivió el trauma de una serie de ataques mortales el año pasado.
“La nación está junto a su familia, de sus compañeros y con las fuerzas del orden. En nuestro combate al terrorismo islamista, no cederemos un milímetro”, afirmó el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en un mensaje de Twitter.
Los fiscales nacionales antiterroristas de Francia dijeron que habían abierto una investigación por terrorismo, que también involucraba al servicio de inteligencia nacional de la DGSI, sobre el asesinato de una persona que ostentaba la autoridad pública.
Una fuente cercana a la investigación dijo a la AFP que el atacante gritó “Allahu Akbar” (Dios es grande) durante el ataque.
El fiscal jefe antiterrorista Jean-Francois Ricard, que habló fuera de la estación junto con el primer ministro Jean Castex, confirmó que “los comentarios hechos por el agresor” indicaban una motivación terrorista.
Según los primeros elementos de la investigación, la funcionaria administrativa, de 49 años, fue acuchillada dos veces en la garganta en la entrada de la comisaría cuando regresaba de su hora de almuerzo hacia las 14:20 (12:20 GMT).
La víctima, madre de dos niños, sufrió en un principio un paro cardíaco y falleció poco después, a pesar de la intervención de los socorristas.
Su agresor, de nacionalidad tunecina, la atacó al grito de “Alá Akbar” (Alá es grande), según una fuente cercana a la investigación. El hombre murió poco después abatido por otro agente, indicó una fuente policial.
Los fiscales se han encargado del suceso por “el desarrollo de los hechos, que incluye elementos de localización. También por su realización, la modalidad del crimen, el tipo de víctima y las declaraciones del autor en el momento de los hechos”, expresó el fiscal.
Mientras avanzan las investigaciones, el perfil del atacante coincide con el de los últimos atentados terroristas en el país. Un individuo que ataca solo, joven, y que no estaba fichado por los servicios de inteligencia.
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