Iberoamérica se prepara para un encuentro entre Jefes de Estado que este año “lamentablemente será ensombrecido por la presencia del régimen violador de los derechos humanos que usurpa el poder en Venezuela”; así lo afirmó la embajadora de Venezuela en Costa Rica, María Faria, al referirse a la asistencia de Nicolás Maduro a este encuentro.
Para la representante diplomática “resulta desafortunado que en un momento tan delicado como el que atraviesa el mundo producto de la pandemia, se desaproveche la oportunidad de generar una agenda regional audaz y comprometida con los DDHH y la atención a la grave crisis sanitaria mundial y se le otorguen espacios a los criminales opresores responsables de la crisis económica, social y política que mantiene al 90% de la población venezolana bajo el umbral de la pobreza, a más de 9 millones personas padeciendo inseguridad alimentaria y despojados de los más elementales servicios de atención médica”.
Faría insiste en que “los espacios democráticos deben abogar por la defensa de los Derechos Humanos y no prestarse a la manipulación del narcoregimen representado por Maduro, sobre todo un foro donde la gran mayoría de los dignatarios asistentes lo desconocen a la vez que reconocen a la legítima Asamblea Nacional electa el 2015 y a Juan Guaidó como Presidente (E).
Recordó que durante la Cumbre de las Américas 2018 la canciller del Perú declaró sobre el caso de Venezuela que Maduro “no será bienvenido“, invocando la declaración de Quebec 2001: “la ruptura de la democracia constituye un obstáculo insuperable para la participación de un Estado”.
Con información del CCN
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