La crisis sanitaria y social provocada por la pandemia de coronavirus en España agudizó las situaciones de necesidad de las familias, muchas de ellas atendidas por la ONG católica Cáritas, que este martes alertó de que el 55 % de los hogares a los que asiste se encuentran en situación de pobreza severa.
“El drama de hogares sin ingresos sigue al alza”, lamentó en rueda de prensa el coordinador de Estudios de Cáritas, Raúl Flores, quien destacó que, de las personas atendidas el pasado enero, 258.000 viven en hogares que no percibieron ningún ingreso, lo que supone 75.000 personas más que antes de la pandemia.
Esto se traduce en que más de 825.000 personas asistidas por Cáritas están en situación de pobreza severa, es decir, con ingresos inferiores a 370 euros (unos 440 dólares) al mes para un hogar unipersonal o a 776 euros (923 dólares) para los formados por dos adultos y dos niños, detalló el experto.
Una realidad de la que no logran escapar ni siquiera las familias donde alguno de sus miembros está trabajando (46 %) y que alcanza a seis de cada diez hogares cuando el empleo es informal.
A punto de cumplirse un año desde la declaración del estado de alarma en España, Cáritas dio a conocer su actividad durante estos meses, en los que la pandemia provocó que alrededor de 500.000 personas hayan acudido por primera vez a la organización en busca de ayuda o lo hayan hecho después de mucho tiempo sin necesitarlo.
Flores advirtió del “espejismo” que supone “cierta recuperación” en indicadores como el empleo pero que no se reflejan en las condiciones de vida y señaló que más de la mitad de la población activa acompañada por Cáritas (53 %) está en situación de desempleo, a lo que se une la precariedad de otros muchos.
Ante esta situación, el coordinador de Estudios de Cáritas reprochó que el actual sistema de garantías español brinda poca protección, porque el ingreso mínimo vital no acaba de arrancar”, e incidió en que sólo un 3,6 % de las familias atendidas lo está cobrando en la actualidad.
El Gobierno español aprobó el pasado mayo una renta mínima de 430 euros (unos 520 dólares) de media para las personas más vulnerables pero su tramitación es muy lenta, lo que está frenando su implementación, tal como denuncian organizaciones sociales.
Durante la pandemia, Cáritas recibió el apoyo de más de 70.000 donantes, cuyas aportaciones sumaron 65 millones de euros (77 millones dólares), pero desde la ONG advierten de que la crisis no ha llegado a su fin, sobre todo para las personas en la situación más precaria.
EFE.
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