Reduciendo la velocidad de los bloques en la carrera para inmunizar a sus ciudadanos contra el COVID-19, Alemania enfrenta un problema desconocido: un exceso de vacunas y no hay suficientes armas para inyectarlas.
Al igual que otros países de la Unión Europea, su campaña nacional de vacunas está muy por detrás de la de Israel, Gran Bretaña y Estados Unidos. Ahora hay cada vez más llamados en este país de 83 millones para deshacerse del libro de reglas, o al menos reescribirlo un poco.
Los alemanes observaron con fascinación mórbida en enero cómo Gran Bretaña entrenaba a un ejército de voluntarios para administrar vacunas contra el coronavirus, luego se maravillaron de que el Reino Unido, mucho más afectado por la pandemia que Alemania, lograra vacunar a más de medio millón de personas en algunos días.
Los centros de inoculación de Estados Unidos y las vacunas de COVID-19 que se administran en las farmacias de los supermercados estadounidenses provocaron desconcierto en Alemania, es decir, hasta que los propios planes del país para citas ordenadas de vacunas en centros especializados se vieron abrumados por la demanda.
“Los países anglosajones tenían un enfoque mucho más pragmático”, dijo Hans-Martin von Gaudecker, profesor de economía en la Universidad de Bonn. «Lo que normalmente hace que la burocracia alemana sea impasible y confiable se convierte en un obstáculo en una crisis y cuesta vidas».
La Agencia Europea de Medicamentos aprobó la vacuna AstraZeneca para todos los grupos de edad, pero varias naciones de la UE, incluida Alemania, impusieron límites de edad más estrictos.
Con su reserva de dosis de la vacuna AstraZeneca establecida en un máximo de 2 millones, Alemania busca que más personas sean elegibles para las vacunas que hasta ahora se han restringido a una fracción de la población: personas en el grupo de máxima prioridad que tienen menos de 65 años.
Francia cambió de táctica a principios de esta semana, permitiendo que algunas personas mayores de 65 años recibieran la vacuna AstraZeneca después de restringir inicialmente su uso a personas más jóvenes. El ministro de Salud, Olivier Veran, dijo que la vacuna pronto también estará disponible para personas mayores de 50 años con problemas de salud que las hacen más vulnerables.
Francia, que con más de 87.000 muertos tiene uno de los peajes de coronavirus más altos de Europa, había utilizado solo el 25% de los 1,6 millones de vacunas AstraZeneca que ha recibido hasta el martes.
Las restricciones de edad de las naciones europeas sobre AstraZeneca agravaron los problemas causados por retrasos en la entrega inicial y cierta reticencia pública hacia la vacuna.
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