El estado de Virginia (Estados Unidos) abolió el lunes la pena de muerte tras el voto a favor de las dos cámaras de la Asamblea General del territorio.
A pesar de que la ley aún requiere la rúbrica del gobernador del estado, el demócrata Ralph Northam, este ya aseguró que la firmará, lo que convertirá a Virginia en el 23° estado del país que prohíbe la pena capital.
La mayoría demócrata de Virginia, en control de la Legislatura durante un segundo año, presionó para su revocación argumentando que la pena de muerte se ha aplicado de forma desproporcionada a personas de minorías étnicas, enfermos mentales e indigentes. Los republicanos expresaron su preocupación hacia las víctimas y sus familiares, afirmando que hay crímenes tan atroces que los perpetradores merecen ser ejecutados.
La derogación de la pena de muerte se produce en el estado que más ha utilizado este procedimiento para castigar a los delincuentes. Desde sus días como colonia, lleva ejecutados a casi 1.400 personas, según el Centro de Información sobre Pena de Muerte de Estados Unidos.
Además, Virginia fue en su momento la capital de los estados confederados y su aplicación de la pena de muerte está vinculada a su historia de esclavitud, con una mayoría de afroamericanos entre los ejecutados.
Desde que la Corte Suprema de Estados Unidos restableció la pena de muerte en 1976, Virginia, con 113 ejecuciones, ocupa el segundo lugar después de Texas, según datos citados por la cadena de televisión estadounidense NBC.
Actualmente, dos hombres permanecen en el corredor de la muerte en Virginia: Anthony Juniper, condenado a muerte en 2004 por los asesinatos de su ex novia, dos de sus hijos y su hermano, y Thomas Porter, sentenciado por el crimen de un oficial de policía de Norfolk en 2005.
Con la derogación de la pena capital, sus sentencias pasarían a ser cadena perpetua sin libertad condicional.
Tras la votación favorable tanto en la Cámara como en el Senado estatal, Northam, junto a la presidenta de la Cámara de Representantes, Eileen Filler-Corn, y el líder de la mayoría del Senado, Dick Saslaw, emitieron un comunicado en el que consideraron a la pena de muerte como “injusta, ineficaz e inhumana”.
“Es hora de detener esta maquinaria de la muerte”, afirmaron, en un paso que creen importante para “garantizar que nuestro sistema de justicia penal sea justo y equitativo para todos”.
Según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte, en 2020 fueron ejecutadas 17 personas en Estados Unidos.
(Con información de Europa Press, AP y AFP)
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