La vacunación contra la COVID-19 comenzó este miércoles en Sudáfrica, el país de África más afectado por la pandemia, con dosis de Johnson & Johnson (J&J) que empezaron a aplicarse a los sanitarios del país y también al presidente, Cyril Ramaphosa, quien lo hizo para impulsar la confianza social.
El jefe de Estado sudafricano recibió, visiblemente contento, su dosis junto a los trabajadores del Hospital de Distrito Khayelitsha, una de las áreas de asentamientos informales ubicada a las afueras de Ciudad del Cabo (suroeste) que figura entre las más golpeadas por el coronavirus de toda Sudáfrica.
«Este día representa un verdadero hito para nosotros, los sudafricanos, porque las vacunas están finalmente aquí», dijo Ramaphosa, en una breve comparecencia tras ser vacunado.
Entre risas, el mandatario aseguró que estaba un poco «aterrorizado» por la aguja, pero que solo sintió un breve pinchazo, y animó a todos sus compatriotas a confiar en la vacunación.
La primera en ser inmunizada en toda Sudáfrica había sido, solo unos minutos antes que el presidente, Zoliswa Gidi-Dyosi, enfermera en el mismo hospital de Khayelitsha.
Las dosis utilizadas habían llegado el martes por la noche al aeropuerto Oliver Tambo de Johannesburgo y son 80.000 por el momento.
Sudáfrica las distribuirá, en esta primera fase, a los trabajadores de los centros sanitarios en 17 puntos de todo el país, bajo el paraguas de un «estudio de implementación», ya que la solución aún no está aprobada para su uso comercial, si bien se espera que no tarde mucho.
ESPERANZA RENOVADA TRAS LA MARCHA ATRÁS CON LA VACUNA DE OXFORD
Estas vacunas suponen el primer envío de un paquete total de 500.000 dosis que Sudáfrica recibirá de urgencia de parte de Johnson & Johnson, después de que esta nación, que es la más golpeada por la COVID-19 de todo el continente, tuviera que modificar repentinamente su estrategia de inmunización hace algo más de una semana.
Solo unos días después de recibir su primer millón de dosis de la propuesta de AstraZeneca, el pasado 1 de febrero, el Gobierno anunció que no las aplicaría debido a que un estudio preliminar revelaba una eficacia muy limitada (22 %) frente al contagio por la nueva variante del coronavirus (501Y.V2) descubierta en el país.
Aunque los especialistas mantienen la esperanza de que la vacuna de AstraZeneca sí sea efectiva respecto al desarrollo de cuadros severos, Sudáfrica descarta de momento usarla.
La vacuna monodosis de J&J, por su parte, demostró en los ensayos un 57 % de eficacia frente a casos severos y moderados causados por la variante 501Y.V2.
Además de estas primeras dosis, que llegan gratuitamente porque forman parte de existencias de investigación que J&J cede solidariamente a Sudáfrica, la nación austral tiene asegurados otros nueve millones de dosis de esta misma vacuna y otros veinte millones de la de Pfizer.
Al margen de estos acuerdos bilaterales, Sudáfrica espera recibir doce millones de vacunas de la plataforma COVAX y una porción de las que se asegure la plataforma conjunta de compra impulsada por la Unión Africana.
Hasta el momento, el país austral registró 1.494.119 casos de covid-19, de los cuales 48.313 terminaron en fallecimiento y 1.396.951 son ya pacientes dados de alta.
EFE
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