La canciller alemana, Angela Merkel, apeló hoy a centrar todos los esfuerzos en evitar la propagación de mutaciones del coronavirus con el fin de evitar una tercera ola de la pandemia, y agregó que cualquier decisión de reactivar la vida pública deberá tomarse con suma cautela.
En una rueda de prensa para analizar la situación epidemiológica en Alemania, Merkel subrayó la necesidad de «ralentizar todo lo que se pueda» la propagación del virus mutado, en especial la variante detectada por primera vez en Gran Bretaña, lo que supone que no se puede esperar a que el peligro de la mutación «se haga más palpable» en Alemania y se refleje en las cifras diarias de nuevos contagios.
«Entonces sería demasiado tarde para evitar una tercera ola de la pandemia, posiblemente más cruda que ninguna antes», advirtió.
Aseguró que todavía queda «algo de tiempo» para prevenir el peligro que se desprende de esta mutación y señaló que la decisión acordada el martes con los jefes de Gobierno de los estados federados de prolongar el parón de la vida pública en Alemania hasta el 14 de febrero son «medidas preventivas» que persiguen este objetivo.
«Pero precisamente porque sabemos que la mutación británica está aquí, toda estrategia de reapertura debe llevarse a cabo de manera muy cautelosa», dijo Merkel, y añadió que en primer lugar están colegios y guarderías y después el comercio minorista, aunque siempre será necesario, subrayó, observar el impacto de esta reactivación.
RESTRICCIONES COMIENZAN A HACER EFECTO EN LAS CIFRAS DE CONTAGIO
Por otra parte, Merkel aludió a las «buenas noticias» al referirse al hecho de que «por fin» las cifras diarias de nuevos contagios parecen retroceder y a que también son «algo menos» las personas que deben ser ingresadas en cuidados intensivos respecto a antes o durante las navidades.
Es «muy importante y alentador» que la situación actual esté comenzando a desescalar, dijo, y señaló que es una muestra de que las «duras restricciones» en vigor hace semanas en el país están empezando a hacer efecto y de que «el esfuerzo vale la pena».
Esta imagen, no obstante, se ve enturbiada por las «alarmantemente elevadas cifras de muertos» diarios, agregó.
El Instituto Robert Koch (RKI) de virología comunicó de nuevo hoy más de mil víctimas mortales en 24 horas (1.013), y 20.398 nuevas infecciones, aunque también la incidencia acumulada en siete días más baja desde el 1 de noviembre (119,0 nuevos casos por cada 100.000 habitantes).
El número de positivos desde que se dio a conocer el primer contagio en el país a finales de enero del año pasado suma 2.088.400 y el de muertos, 49.783.
Respecto a la campaña de vacunación, Merkel reiteró que si todo se da como lo previsto y confirmado por las empresas que desarrollan las diferentes vacunas, Alemania espera haber podido ofrecer a todos los ciudadanos la opción de vacunarse antes de finales de verano.
La canciller rechazó las críticas hacia Pfizer por el recorte en el suministro de su vacuna desarrollada con la empresa biotecnológica emergente BioNTech y recordó que el retraso en la distribución se debe a cambios para incrementar la producción.
Agregó que el Gobierno alemán no puede garantizar la producción de vacunas, pero sí que prestará todo el apoyo necesario para que esta tenga lugar.
«Tenemos algo que en el siglo XXI nos coloca, a pesar de todas las dificultades, en una situación mucho mejor» que la pandemia de gripe de 1918, a la que se refirió Merkel, quien precisó: son las vacunas, «que incluso con una mutación del virus pueden reajustarse» y habló de un «enorme éxito de la ciencia».
Que se pudiera disponer de la vacuna ya producida el mismo día de su autorización es «una novedad que en la historia de la medicina se ha dado en raras ocasiones», añadió.
Desde el 26 de diciembre, el número de personas que ya han recibido la primera dosis de la vacuna contra la covid-19 en Alemania asciende a 1.254.760, lo que corresponde a una cuota del 1,5 %, mientras que 42.670 personas ya han sido vacunadas por segunda vez.
PUERTA ABIERTA A CONTROLES FRONTERIZOS
Por otra parte, Merkel dejó abierta la posibilidad de que se tenga que introducir algún tipo de control de fronteras por la pandemia aunque consideró que los países del entorno de Alemania están aplicando medidas similares para frenar la expansión del virus.
Merkel estimó que los ciudadanos alemanes «no entenderían, con razón», que un país vecino aplicara menores restricciones a la vida pública que las que están en vigor en Alemania y al mismo tiempo se mantuvieran abiertas las fronteras sin restricciones.
La canciller alemana recordó que la cuestión de las fronteras será una de las que abordarán este jueves los líderes de los países de la Unión Europea en una cumbre virtual para coordinar la respuesta a la crisis sanitaria del coronavirus.
EFE
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