El Gobierno de Bangladesh aseguró este miércoles que está listo para involucrar a las Naciones Unidas en el proceso de reubicación de refugiados rohinyás en una isla remota, tras una ola de críticas de organismos de derechos humanos sobre la poca transparencia del proceso.
EFE
El llamado del Gobierno hecho a través de un comunicado llega un día después de llevar a la isla a 1.804 refugiados de la minoría étnica, que junto a otro grupo trasladado el pasado 4 de diciembre completó la reubicación de casi 3.500 rohinyás sin la participación de Naciones Unidas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Bangladesh en un comunicado reiteró la postura del país sobre la participación del organismo internacional en el proceso y agregó que «está listo para facilitar la participación de la ONU según su mandato».
El Gobierno de Bangladesh ha defendido la reubicación como una necesidad imperativa para descongestionar los campamentos superpoblados de Cox’s Bazar, en el sureste del país, a los que llegaron unos 738.000 rohinyás tras el estallido en agosto de 2017 de una campaña de persecución y violencia por parte del ejército de la vecina Birmania (Myanmar), que la ONU calificó de ejemplo de limpieza étnica y un posible genocidio, algo que investigan las cortes internacionales.
Los traslados completados este mes son solo una fase inicial para reubicar a unos 100.000 refugiados a la isla.
La ONU y grupos de defensa de los derechos humanos como Human Rights Watch o Amnistía Internacional han instado a detener el proceso por la falta de transparencia y las condiciones de esta isla deshabitada.
«No se ha empleado la fuerza, la intimidación o el uso de dinero para influir en la decisión de los participantes», aseguró en la declaración el portavoz del Ministerio de Exterior, Tohidul Islam.
Las denuncias de presiones, amenazas o chantajes para conseguir la voluntad de los rohinyás a abandonar los campamentos son información distorsionada y errónea del proceso, aseveró.
“Es desalentador que en lugar de apreciar las buenas intenciones de Bangladesh, algunos sectores hayan recurrido a orquestar información errónea para crear confusión entre la comunidad internacional”, dijo el portavoz en el escrito, que recuerda que los rohinyás son ciudadanos birmanos, y que Bangladesh les ha acogido «temporalmente» en un gesto humanitario tras la crisis de violencia que les obligó a huir de su país.
En lugar de aumentar la presión indebida e injustificada sobre Bangladesh, «la ONU debería enviar un equipo de evaluación técnica y de protección a Myanmar para evaluar la situación de los rohinyás existentes y también para ver los preparativos para la repatriación sobre el terreno», añadió.
Bangladesh anunció en 2017 por primera vez su intención de reubicar a unos 100.000 rohinyás a la isla de Bhasan Char, de unos 40 kilómetros cuadrados y situada en la Bahía de Bengala, aunque detuvo temporalmente el plan por las dudas de Naciones Unidas.
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