La consulta popular de este sábado convocada por el presidente interino, Juan Guaidó, superó con creces la participación de los venezolanos en la última ocasión en que se pidió su opinión sobre la salida de Nicolás Maduro. El líder chavista –en el palacio presidencial desde 2013– usurpó el poder en 2018, cuando convocó unas presidenciales que la UE y la OEA han rechazado por ilegítimas.
Por Ludmila Vinogradoff – ABC
Aunque al cierre de esta edición la organización del gobierno interino de Juan Guaidó no había presentado los resultados oficiales de la participación, representantes del Comité de Organización de la Consulta señalaron a ABC, bajo anonimato, que ya habían sido superados los 7,5 millones de votos obtenidos en la primera consulta similar de hace 3 años.
En el 2017 la oposición que lideraba la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocó una consulta con seis preguntas, la primera de las cuales giraba en torno a rechazar o no la Asamblea Nacional Constituyente, así como a Nicolás Maduro, que se aferraba al poder después del fracasado referéndum revocatorio suspendido por el mandatario, asesorado por José Luis Rodríguez Zapatero, tras el primer diálogo también fracasado. La primera consulta fue promovida por Henrique Capriles para desquitarse del fiasco de revocatorio. La unidad de la oposición era genuina en esos momentos, pero cuatro años después se muestra resquebrajada por Capriles y Machado que se preguntaban antes de esta convocatoria «para qué tantas consultas si no van a sacar a Maduro».
Asumir los retos
Guaidó se enfrenta ahora no solo a los ataques de sus compañeros de la oposición sino también a los del régimen de Nicolás Maduro. La división interna en la oposición democrática venezolana la muestra debilitada ante la comunidad internacional.
Por eso esta consulta era un doble desafío para Guaidó, que apeló a los venezolanos a salir a la calle de forma masiva en concentraciones en las plazas que han estado también en el punto de mira de Maduro en su intento de sabotear el proceso. El segundo desafío era mostrar al mundo y al régimen dictatorial que su farsa electoral de las legislativas del domingo pasado fue rechazada por los venezolanos de manera contundente.
«No nos vamos a rendir, mañana (por ayer sábado) vamos juntos a alzar la voz para recuperar nuestro país, por los sueños de todos», escribió en Twittter el presidente encargado para animar a los electores a votar en la convocatoria. «Los invito a participar, a expresarse con fuerza en la consulta popular», añadió.
Hoy #12D el mundo sentirá nuestra determinación para conquistar la libertad.
No estamos solos, estamos juntos, unidos y movilizados en las calles de Venezuela ejerciendo nuestro rol en este proceso.
¡Yo no me rindo! ¡Seguimos adelante!#HoyTodosALaConsultaPopular pic.twitter.com/p3UqVX17Wl
— Juan Guaidó (@jguaido) December 12, 2020
Guaidó hizo una incansable campaña de tres semanas por las calles de Caracas y el interior del país pese a los obstáculos que le ha puesto el régimen en el camino. Se le ha visto montado en los autobuses, en el Metro de Caracas y en los barrios populares, saludando y animando a la gente a votar el sábado.
La campaña del líder y del comité organizador fue efectiva a la vista de la masiva acogida que tuvo la consulta digital principalmente por las redes sociales, y el trabajo de casa por casa que han realizado los comandos y grupos de vecinos que de manera silenciosa y discreta llevaron a cabo entre los venezolanos de a pie, que cada vez se sienten más frustrados y decepcionados porque Maduro sigue en el poder.
«En la consulta votaron hasta los chavistas descontentos con Maduro», dijo a ABC Pilar Gutiérrez, una componente del grupo itinerante del Municipio de Chacao. El sistema de la consulta popular fue diseñado con las últimas tecnologías electrónicas, con las que no contaba la primera consulta de 2017. Las plataformas digitales de Voatz (alza tu voz) y Telegram fueron puestas a disposición de los venezolanos para que pudieran expresar su opinión. Y contaron nada menos que con el apoyo tecnológíco de la OEA y los Estados Unidos.
Sin incidentes graves
El proceso de votación desde el día 7 de diciembre hasta el 12 contaba con una primera fase de cinco días para votar por internet por cualquiera de las dos plataformas disponibles. Y la última jornada del sábado fue para la votación presencial para los que no tenían internet y para ratificar la opinión de los que ya habían votado por internet con su respectivo código.
En el exterior pudieron votar por internet unos 5,5 millones de venezolanos mostrando solo el número de su cédula de identidad o carnet de identidad y fotografía del documento. La operación fue sencilla. Según el portal digital Tal Cual, la votación interna del país superó la del éxodo. Toda la incógnita se despejará cuando se anuncien los resultados oficiales.
La jornada del sábado transcurrió de manera pacífica y normal pese a los llamamientos a la violencia de Maduro, que pedía a los suyos celebrar el triunfo legislativo de su farsa electoral del 6D donde obtuvo el 91% de los 277 diputados del ilegítimo Parlamento. Pocos chavistas o ninguno acudió a su llamamiento a las algaradas, a no ser para mirar el panorama como curiosos.
Uno de los chavistas disidentes, Rodrígo Cabezas, exministro de Finanzas del período de Hugo Chávez, fue directo en su intervención a favor de la consulta en las redes sociales: «Es un nuevo episodio de lucha». El exministro de finanzas de Chávez hizo un llamamiento a los chavistas que no apoyan al régimen de Maduro para que participaran en la consulta promovida por Guaidó.
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