El advenimiento de la vacuna contra el SARS-CoV-2 ha despertado en América el interés por una distribución gratuita, dada la complejidad de la pandemia en un continente económicamente desigual y en el que un país como Brasil superó ya los 6,5 millones de infectados.
EFE
Varios Gobiernos se están moviendo en esa dirección, pero el detalle está en el acceso que tengan a las dosis según las cobren las farmacéuticas. Unos tendrán los recursos, otros harán fila.
América registra 27.438.341 infecciones y 737.382 fallecimientos por el COVID-19, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo que este viernes habló muy duro sobre el acaparamiento de vacunas que se avecina por parte de los países más ricos.
«El COVID-19 es una crisis global y las soluciones deben ser compartidas con equidad como bienes públicos globales, no como mercancías privadas que aumenten las desigualdades», señaló su titular, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en un discurso por video ante la Asamblea General de la ONU.
«Simplemente no podemos aceptar un mundo en el que los pobres y marginados sean pisoteados por los ricos y poderosos en la estampida por las vacunas», subrayó Tedros.
La propia OMS integra la denominada Iniciativa Covax, cuyo objetivo es «acelerar el desarrollo y la fabricación de vacunas contra el COVID-19 y garantizar un acceso justo y equitativo a ellas para todos los países del mundo».
La Iniciativa Covax será la responsable de dar vacunas gratis a Bolivia, Dominica, El Salvador, Granada, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas, dado que, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) «bajo criterios económicos son los países más pobres o porque por su pequeña población tienen más dificultad de acceso».
Pero los 27 países restantes miembros de la OPS podrían no poder pagar el número de vacunas que realmente necesiten.
MÁS DE 6,5 MILLONES DE INFECTADOS EN BRASIL
Brasil, el tercer país más afectado en cuanto a positivos y el segundo en cuanto a muertes, rebasó este viernes la marca de 6,5 millones de infectados, después de que registrara 46.884 nuevos contagios en las últimas 24 horas, según informó el Ministerio de Salud.
Conforme a los datos oficiales, el total de casos confirmados asciende ahora a 6.533.968 en el país suramericano, uno de los más castigados por la pandemia al lado de Estados Unidos e India.
Ante la creciente escalada tanto en casos como en muertes, diversas ciudades y estados brasileños han vuelto a endurecer las restricciones.
UNA VACUNA «POLITIZADA» EN ESTADOS UNIDOS
Las palabras de Tedros Adhanom Ghebreyesus resuenan hoy más que nunca en Estados Unidos, un país en el que hasta una herramienta para acabar con una pandemia que ha infectado a 14.149.770 de sus ciudadanos y matado a 277.958 de ellos es susceptible a volverse política.
Este viernes, el equipo de transición del presidente electo, Joe Biden, dijo que «a comienzos de la próxima semana» se anunciará a los responsables de Sanidad para la Casa Blanca, en lo que se presume un vuelco en cuanto a la mirada que el Ejecutivo de Washington le ha dado hasta hoy a la pandemia.
El mismo Biden se ha mostrado favorable a la gratuidad de la vacuna contra el SARS-CoV-2, insinuando que la implementará una vez jure el cargo el 20 de enero próximo.
Hasta ahora, el único confirmado por Biden en ese equipo es Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID, en inglés), y a quien el presidente saliente, Donald Trump, no le hacía mucho caso.
La garantía de las dosis gratuitas también fue pedida este viernes por un grupo de fiscales generales de EE.UU. que instaron al Congreso del país a que aparte fondos y regule los planes de seguros médicos para garantizar que todos los estadounidenses tengan acceso a éstas.
«El final de la pandemia del COVID-19 está a la vista, pero no nos podemos librar de esta enfermedad sin un acceso equitativo a la vacuna», señaló la fiscal general de Nueva York, Letitia James, en un comunicado que también han firmado otros doce fiscales generales del país.
Por lo pronto, hasta este mismo viernes en la noche tendrán tiempo los estados del país para hacer sus pedidos de vacunas ante el Gobierno Federal y, dado el aumento de casos, muchos han comenzado a expresar su descontento con las cantidades asignadas.
A PONERSE EL TAPABOCAS
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) de EE.UU. cambiaron de postura este viernes y pidieron a los estadounidenses que lleven tapabocas en todo momento, tanto cuando estén al aire libre como en espacios interiores, excepto en casa en determinados casos.
Los CDC avisaron en un documento que el país ha entrado «en una fase de alta transmisión», debido al descenso de las temperaturas y la llegada de las celebraciones navideñas, que impulsan a los estadounidenses a pasar más tiempo en espacios interiores, donde la transmisión del virus es más fácil.
GOLPE CONTINUADO A LA INDUSTRIA AÉREA
American Airlines dijo este viernes al regulador bursátil de Estados Unidos que está viendo una ralentización de la demanda y las reservas de viajes debido a la «reciente aceleración de la pandemia» de coronavirus, algo que sumado a la subida de los precios del crudo afectará a sus cuentas trimestrales.
«Después de un sólido comienzo del cuatro trimestre de 2020, el aumento de casos del COVID-19 y sus restricciones de viaje asociadas en el periodo inmediato hacia Acción de Gracias han resultado en una ralentización del crecimiento de las reservas, que ha persistido hasta diciembre», informó en una nota a la Comisión del Mercado de Valores.
American señaló también que los precios del combustible son «modestamente más altos», después de que en noviembre subieran más de un 27 %, y por eso espera situarse en el rango más alto de sus estimaciones de quema de efectivo en el cuarto trimestre, que iban de los 25 a los 30 millones de dólares por día.
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