La enviada especial de la ONU para Libia, Stephanie Williams, ha destacado este jueves los avances «sustanciales» logrados en la búsqueda de la paz y la estabilidad en Libia, aunque ha alertado de que «no hay tiempo para la complacencia» por la «volatilidad» de la situación.
«Después de muchos años de opresión, división, caos, miseria y conflicto, los libios se están uniendo por el bien de Libia (…) para trazar una visión libia del camino a seguir», ha señalado Williams ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde ha defendido que el país norteafricano tiene la «oportunidad» de preservar la unidad del país y «reafirmar» su soberanía.
Durante su intervención, ha aludido al alto el fuego pactado por las partes enfrentadas el 23 de octubre y lo ha calificado de «histórico». «Es una nueva muestra de determinación libia», ha manifestado Williams.
De forma paralela, ha trasladado al Consejo de Seguridad que se han logrado avances «tangibles» como parte del paquete de medidas de fomento que también se acordó en Ginebra. Así, ha resaltado la reanudación de los vuelos entre Bengasi y Trípoli, así como Sebha, Ghat y Ubari.
Además, ha informado de que «continúa el intercambio de detenidos» y ha hecho hincapié en la «fuerte» disminución del número de víctimas civiles en comparación con el segundo trimestre de 2020. «Es otro recordatorio de que cuando las armas están en silencio, los civiles están protegidos», ha señalado.
En este sentido, ha resaltado que el «alto nivel de profesionalismo y responsabilidad» demostrado por la Comisión Militar Conjunta y los avances logrados en materia de seguridad allanaron el camino para reanudación del proceso político, que arrancó el 9 de noviembre en Túnez.
Los contactos en la JMC son parte de la conocida como ‘vía de seguridad’ surgida de la Conferencia de Berlín de enero de este año, junto con las vías económica y política. Este proceso de tres vías fue respaldado por la resolución 2510 del Consejo de Seguridad de la ONU.
El 15 de noviembre, el Foro de Diálogo Político Libio (LPDF) acordó celebrar elecciones presidenciales y parlamentarias el 24 de diciembre de 2021, fecha que marca el 70 aniversario de la independencia de Libia.
La ‘hoja de ruta’ adoptada establece principios y objetivos generales que guían el período de transición en instituciones «reconstruidas y unificadas», ha recordado Williams.
También fija plazos establecer un nuevo Consejo de Presidencia y un gobierno de unidad nacional «eficaz y unificado», como reflejan las conclusiones de la Conferencia de Berlín. Asimismo, se ha señalado que se establecerá un primer ministro independiente.
En el foro de diálogo participan decenas de representantes libios elegidos de «todos los segmentos políticos y la sociedad civil», según la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL), que ha subrayado que fueron elegidos a partir de «criterios igualitarios» a nivel geográfico, político, tribal y social. Entre ellos hay miembros de las autoridades enfrentadas en el país.
SIN «COMPLACENCIA»
Sin embargo, Williams, que se ha declarado «consciente» de los desafíos venideros, ha advertido de que «no hay tiempo para la complacencia», debido a la «volatilidad» de la situación en el país africano.
«Diez años de guerra no se pueden resolver en una semana de conversaciones políticas, pero ahora escuchamos más el lenguaje de la paz que el lenguaje de la guerra», ha dicho.
En este sentido, ha pedido a la comunidad internacional respetar y apoyar «plenamente» los acuerdos alcanzados por las partes, afirmando que el Consejo «tiene herramientas a su disposición, incluso para evitar que los obstruccionistas pongan en peligro esta rara oportunidad de restaurar la paz en Libia». «Os pido que los uséis», ha añadido.
En esta línea se ha expresado también el embajador de Libia ante la ONU, Taher al Sunni, que ha pedido a la comunidad internacional que «aprovechen la oportunidad y muestren buena voluntad apoyando la voluntad del pueblo libio y su derecho a la libre determinación».
Libia vive sumida en el caos desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011. El conflicto actual enfrenta al Gobierno reconocido internacionalmente, con sede en Trípoli, con el establecido en la ciudad de Tobruk, en el este, y sustentado por el general Jalifa Haftar.
La duplicidad institucional en Libia se retrotrae a las elecciones parlamentarias de 2014, que dividieron las administraciones, sin que las asentadas en el este –anteriormente reconocidas por la comunidad internacional– y el Gobierno de unidad, surgido de un acuerdo en 2015, consiguieran pactar su unificación desde entonces.
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