El presidente electo de Bolivia, Luis Arce, invitó al dictador venezolano Nicolás Maduro a su toma de posesión como presidente de Bolivia. La decisión está en línea con la postura ideológica del MAS, que durante los mandatos de Evo Morales mantuvo relaciones fluidas con el régimen caribeño. De hecho, el ex mandatario viajó a Caracas pocos días atrás para reunirse con Maduro.
La invitación a Maduro contrasta con aquella emitida por el actual gobierno interino de Jeanine Áñez, que rompió las relaciones diplomáticas poco después de ascender al ejecutivo. En las antípodas de Morales y Maduro, la cancillería indicó la semana pasada que no invitaría a ninguno de los dos, extendiéndo en contraste una al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, a quien reconoce en detrimento de Maduro.
En un comunicado, la canciller interina Karen Longaric detalló que el ex presidente boliviano es considerado por el Gobierno transitorio como alguien “hostil al proceso democrático boliviano y su presencia en el país generará tensión social y política”.
Su cartera indicó además que la administración electa le manifestó su deseo de invitar a Maduro y Morales a las ceremonias en La Paz, pero que “no extenderá dichas invitaciones”. El dictador caribeño aún no ha confirmado su presencia en la ceremonia, pero el ex mandatario boliviano ya anticipó que no participará de ella.
Hasta ahora han confirmado su presencia en la ceremonia el rey Felipe VI de España junto al vicepresidente de derechos sociales y lider de Unidas Podemos Pablo Iglesias y el presidente de Chile, Sebastián Piñera.
Morales, en Argentina desde diciembre de 2019, indicó que volverá a Bolivia el 11 de noviembre, 3 días después de la toma de posesión, porque ese día “el protagonista es el compañero Lucho Arce”. “Voy a volver el 11 de noviembre. El 11 (de noviembre de 2019) salí de Chimoré para salvar la vida y el 11 volveré con vida a Chimoré”, dijo, aludiendo a una zona selvática bastión del MAS. El ex mandatario no ha sabido o querido aclarar cómo volverá, si será por tierra: “Está en debate, pero vamos a llegar el mismo día”.
También adelantó que no buscará tener ningún rol en la administración de Arce y que se limitará a promover los movimientos sociales y “cuidar los principios ideológicos” del partido, el Movimiento al Socialismo (MAS).
El ex mandatario dijo que sí está dispuesto a “compartir experiencias” y a “cuidar a Lucho”, pero aclaró que ni va a sugerir ningún ministro a Arce, en quien tiene “mucha confianza”. En este sentido, dijo no tener “preocupación” de un posible giro de su antiguo ministro.
Arce fue proclamado vencedor de las elecciones generales del pasado 18 de octubre en Bolivia con una amplia mayoría del 55,1% de los votos, al frente del Movimiento Al Socialismo (MAS). Los comicios para elegir presidente, vicepresidente, senadores y diputados se repitieron prácticamente un año después de que se anularan los del 20 de octubre de 2019 por denuncias de fraude a favor del entonces presidente Morales, que había sido declarado vencedor para un cuarto mandado seguido y que renunció denunciando que era forzado a dejar el poder por un golpe de Estado.
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