Cientos de bolsonaristas protestaron este domingo en Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil y de toda Suramérica, contra la obligatoriedad que quiere implementar el gobierno regional para la vacuna que pondrá freno al coronavirus.
EFE
Armados con las banderas de Brasil, los manifestantes se dieron cita frente al Museo de Arte Moderno de la ciudad, ubicado sobre la icónica Avenida Paulista, tradicional punto de encuentro para las protestas en Sao Paulo.
Con una temperatura más fría de lo habitual y aprovechando la tregua que dio la lluvia este domingo, la principal vía de la capital paulista se vistió de verde y amarillo, los colores que identifican a Brasil y al gobierno del presidente brasileño, Jair Bolsonaro.
La protesta estuvo dirigida contra el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria -un importante rival político de Bolsonaro y uno de sus probables adversarios en las presidenciales de 2022- quien ha dicho que si la vacuna contra el coronavirus es aprobada para su uso en Brasil por el ente regulador, será obligatoria su aplicación en todo el estado.
Sao Paulo es el estado brasileño más afectado por la pandemia, con cerca de 40.000 muertos y más de 1,1 millones de contagios.
Con miras a frenar la propagación del virus, el gobierno paulista adquirirá 46 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus conocida como “Coronavac”, del laboratorio chino Sinovac, la que pretende aplicar a la población a partir del 15 de diciembre.
Bolsonaro, quien ha reconocido públicamente su desprecio por el comunismo, se ha opuesto a la compra de la vacuna china hasta que no esté comprobada su efectividad.
Aunque, su gobierno ya se comprometió con 100 millones de dosis de la vacuna de Oxford, de la que aún no se ha comprobado si sirve como antídoto.
El mandatario, uno de los líderes mundiales más negacionistas frente a la gravedad del coronavirus, enfermedad que él mismo contrajo en julio pasado y ya superó, ha reiterado en varias oportunidades que, cuando exista, la vacuna no será obligatoria en el país.
No a la “vacina”
Liderados por el diputado regional Douglas García, del Partido Laboral Brasileño (PTB, por sus siglas en portugués), centenares de manifestantes se desplazaron por la Avenida Paulista con carteles en contra de la vacuna china a la que denominaron “Vachina” y pidiendo la salida de Doria del gobierno.
Para Fernando, un escritor de 31 años de edad que participó en la protesta, el tema no tiene que ver con el país asiático, más sí con la libertad.
“Yo quiero tener la libertad de poder escoger si quiero tomar la vacuna o no. El asunto no es China, el tema tiene que ver con la obligatoriedad de la vacuna. No quiero ser obligado a ser vacunado”.
No opinó lo mismo Vanderley Acosta, un servidor público de 51 años de edad, que dice que el gobernador Doria “nos está vendiendo a China y nos quiere obligar a tomar una vacuna con la que sólo él se va a lucrar”.
“No creemos en la vacuna, pues es un medio para ganar dinero y no queremos eso”, agregó.
Siguiendo el pensamiento de Bolsonaro, la mayoría de los participantes permaneció sin tapabocas durante la protesta que aglutinó por varias horas a los marchantes sobre la avenida
Además de los carteles contra el gobernador, destacó en la manifestación un muñeco inflable del mandatario regional, de unos cuatro metros de altura.
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