La crisis económica que atraviesa Venezuela no da tregua y se acentúa mientras el salario quedó pulverizado junto a la moneda nacional ante la hiperinflación. La situación no es diferente para los pensionados y jubilados, que con 400 mil bolívares no alcanzan a cubrir “ni lo que cuesta una harina pan”, mientras que el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cenda) informó que la canasta básica alimentaria de septiembre superó los 70 millones de bolívares.
María Pérez, jubilada venezolana, relató para 800 Noticias que “si compra una cosa no le alcanza para la otra”. A pesar de expresar su indignación por la crisis, con humor dice: “compro una papita y ya, se me fueron los 400 mil bolívares”.
Para la pensionada, Maura del Carmen, la moneda nacional “se fue al suelo” y comentó que lo que perciben no les alcanza “ni para comprar una harina pan, que es lo normal y cotidiano en cada casa venezolana”. “Si compro la harina pan, que no me alcanza porque tengo que poner 100 bolívares más, la arepa me la como sola, sin mantequilla ni queso. Nada que hablar de jamón y queso”, expresó recalcando que el salario mínimo de un trabajador no está lejos de lo que pagan a un pensionado venezolano.
Héctor Ruíz, que también es pensionado, contó que a penas puede comprar medio cartón de huevos y con eso sobreviven él y su esposa porque sus hijos ya se fueron del país.
“Es como una grosería”, “miserable”, así define el pensionado los 400 mil bolívares que percibe después de trabajar durante años.
Según el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) el 52% de los adultos mayores en Venezuela han reducido sus comidas porque no reciben una pensión que les permita subsistir.
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