El primer ministro británico, Boris Johnson, ha impuesto este martes el nivel máximo de alerta por la COVID-19 en la ciudad de Mánchester, una decisión que ha tomado a pesar de la oposición del alcalde de la ciudad, Andy Burham.
La decisión de Johnson, que entrará en vigor este viernes, implica el establecimiento de restricciones más estrictas en la ciudad. En primer lugar, los pubs y bares que no puedan operar como restaurantes tendrán que cerrar y los negocios que sí puedan seguir funcionando tendrán que atenerse al toque de queda nacional, que comienza a las 22.00 horas.
Además, se han restringido sustancialmente las reuniones sociales y las personas no podrán reunirse con amigos y familiares en interiores, en jardines privados y en gran parte de los espacios públicos, a menos que sean parte del mismo hogar o burbuja.
Sí podrán celebrarse reuniones con amigos y familiares no convivientes o que no pertenezcan a la misma burbuja en grupos de máximo seis personas en parques, playas, jardines públicos o instalaciones deportivas, informa el ‘Manchester Evening News’.
La medida afecta a 2,8 millones de personas y significa que un total de 5,9 millones de británicos viven en niveles máximos de alertas por la pandemia en Reino Unido.
Johnson avisó el viernes de que podría imponer un nuevo confinamiento en la ciudad, ubicada en el noreste de Inglaterra, a menos que lograra disminuir su cifra de nuevos contagios por la COVID-19.
Downing Street ha mantenido una serie de disputas con Burham, que se negaba a permitir que la zona volviera a estar bajo estrictas restricciones a pesar de la incidencia del virus.
Así, Burham acusó al Gobierno británico de fracasar a la hora de dar un apoyo financiero suficiente para los negocios y comercios de la ciudad. Sin embargo, Johnson le pidió reconsiderar su postura y tomar medidas constructivas.
En este sentido, el ‘premier’ británico se ha negado a confirmar si la oferta de 60 millones de libras para apoyar económicamente a la región permanece sobre la mesa y, en su lugar, no ha puntualizado qué cantidad obtendría la región.
FIN DE LAS NEGOCIACIONES
Burham ha solicitado 90 millones de libras a este respecto, pero luego ha reducido la solicitud a 65 millones. Por su parte, el Ejecutivo ha ofrecido 60 millones de libras, por lo que las conversaciones han finalizado sin acuerdo, ha informado el diario ‘The Guardian’.
En rueda de prensa, Johnson ha lamentado no haber llegado a un acuerdo con el alcalde y ha reiterado que «habría sido mejor y tendríamos más posibilidades de derrotar al virus» si ambos hubieran «trabajado juntos».
Según el mandatario, el Gobierno ha hecho una «oferta generosa y amplia para apoyar a los negocios de Mánchester». «Lamentablemente, el alcalde no ha aceptado esto», ha insistido, al tiempo que ha comunicado que, «dada la situación de salud pública», tiene que proceder a trasladar a Mánchester al nivel tres de alerta, el más alto. «No actuar pondría en riesgo el sistema de salud de Mánchester y las vidas de muchos de sus residentes», ha aseverado.
Por su parte, Burham ha culpado al Gobierno de haberse retirado de las negociaciones y le ha acusado de no ofrecer apoyo suficiente a la comunidad de la ciudad en medio de las nuevas restricciones.
EL MAYOR NÚMERO DE FALLECIDOS EN LA SEGUNDA OLA
Por otro lado, las autoridades sanitarias británicas han confirmado este martes que se han constatado 241 nuevas víctimas mortales a causa de la COVID-19 en las últimas 24 horas, el número más alto desde que comenzó la segunda ola de contagios.
Con esta cifra, el número de fallecidos debido a la enfermedad ha ascendido hasta los 43.967. En cuanto a los nuevos casos, se han registrado 21.330 durante esta jornada, que han elevado el número total hasta los 762.542.
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