La décima edición de la ArtRio, una de las principales ferias de arte de Brasil, abrió sus puertas este miércoles en Río de Janeiro como una de las pocas de su tipo en el mundo en huir de las versiones totalmente virtuales en plena pandemia del coronavirus.
EFE
Pese a que Brasil es el segundo país con más muertes por COVID-19 en el mundo (151.000) y el tercero con más contagios (5,1 millones), los organizadores de la ArtRio decidieron montar un evento híbrido: en gran parte virtual pero con una pequeña parte presencial, en un espacio físico reducido.
Los visitantes que opten por la versión presencial podrán apreciar hasta el próximo domingo en un galpón de la Marina de Gloria las muestras de 36 galerías, aunque tendrán que reservar un horario en internet para impedir que el aforo en el espacio supere las 450 personas, incluyendo expositores y equipo de producción, y acudir con máscara y alcohol-gel, someterse a mediciones de temperatura y respetar el distanciamiento social.
En la plataforma virtual, que se extenderá por siete días más, hasta el 25 de octubre, la ArtRio exhibirá las obras de 58 galerías, así como conferencias, diálogos con artistas, debates y visitas virtuales guiadas a galerías y colecciones.
Una de las principales atracciones de la versión virtual será la conversación que tendrán el 20 de octubre el artista chino Ai Weiwei y el curador Marcello Dantas sobre la exposición «Raíz», la mayor hasta ahora realizada por el también activista y que ya pasó por Río de Janeiro y São Paulo.
Otro destaque de la versión telemática, igualmente el 20 de octubre, será la visita virtual a la colección que la venezolana Ella Cisneros atesora en Miami (CIFO), con más de 3.000 obras, principalmente de artistas latinoamericanos, y que será guiada por el curador Jesús Fuenmayor, exdirector de la CIFO y actual director de la University Galleries de la Universidad de Florida.
Pese a que los organizadores insistieron en la versión presencial reducida por tratarse de la décima edición del evento y para intentar incentivar uno de los sectores más afectados por las medidas de aislamiento social de los primeros meses de la pandemia, algunas galerías rechazaron exponer sus obras físicamente.
El número de galerías participantes, por lo mismo, cayó desde las casi 80 en 2019 hasta las 58 de este año, de las cuales 22 de forma exclusivamente virtual, y de las extranjeras tan solo dos aceptaron la invitación: la portuguesa Bordallo Pinheiro y la italiana Contínua de San Gimignano.
ÚNICA FERIA DE ARTES PRESENCIAL ESTE AÑO EN BRASIL
La ArtRio, de cualquier forma, abrió sus puertas como el único evento presencial del mercado de las artes en Brasil este año y como uno de los pocos en todo el mundo.
En el galpón de la Marina de Gloria, además de las 36 galerías inscritas, incluyendo las más importantes del país, destacan los espacios alquilados por once instituciones del sector, como el Museo de Arte Moderno (MAM) de Río de Janeiro, la Escuela de Artes Visuales (EAV) y la Plataforma 01.01, especializada en arte africano y de la diáspora.
Según la presidenta de la ArtRio, Brenda Valansi, el evento mantuvo este año su propósito de valorizar, promover y desarrollar el arte brasileño y latinoamericano.
«La edición digital permitirá que este año la feria quiebre barreras y llegue a un público más amplio, que puede estar en cualquier lugar del mundo», afirmó Valansi.
Las galerías fueron divididas en dos alas, según su fuerte. En la «Panorama» fueron acomodadas las galerías con actuación establecida en el mercado de arte moderno y contemporáneo; y en la «Vista» las dedicadas a promover artistas jóvenes.
Frente al pabellón de exposiciones en la Marina da Gloria fue montada una estructura modular abierta al público y en que será exhibida una muestra de videoarte.
Entre las obras expuestas este año destacan la pintura «Mulher e Cao» de Di Cavalcanti; un conjunto de intervenciones de la serie Mattresses Mantras, de Tania Candiani, y varios trabajos inéditos de la brasileña Paula Klien.
La más valiosa de las obras exhibidas es una pintura de la suiza radicada en Brasil Mira Schendel (1919-1988), por la que sus expositores exigen 6 millones de reales (1,09 millones de dólares).
La ArtRio nació hace diez años con una fuerte presencia internacional y la participación de las principales galerías del mundo, pero la crisis económica que golpeó a Brasil en 2015 y 2016 obligó a los organizadores a centrarse en los artistas regionales.
En diez años la feria ganó reconocimiento internacional y hoy en día es considerada como la principal plataforma de valorización del arte brasileño y como un importante medio de acceso a nuevos talentos, el principal blanco del público coleccionista.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.