Dueño de una empresa de servicios petroleros y empresario aeronáutico, el venezolano José Wilfredo Molina Castrillón se encuentra ahora nombrado como uno de los tantos cómplices de la corrupción chavista y el desfalco de millones de dólares de PDVSA en El Salvador.
Durante años fue beneficiado por los contratos con la petrolera pública venezolana, Molina formaba al mismo parte de la directiva de la aerolínea salvadoreña Vuelos Económicos Centroamericanos (VECA).
Llegó incluso a ser el administrador único propietario de la compañía. Es decir: el encargado de gestionar, representar y responder por las actividades de la empresa.
VECA inició sus operaciones en 2015, gracias a una inversión de 100 millones de dólares entregados por Alba Petróleos de El Salvador (Albapes), entidad controlada por Pdvsa. Dos años después se declaraba en quiebra.
Alba Petróleos de El Salvador era también controlada por la Asociación de Alcaldes del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FFMLN), organización aliada del chavismo en ese país que estuvo en el poder hasta 2019.
A través de esa asociación se gestionaron más de 1.100 millones de dólares en préstamos petroleros provenientes de Venezuela durante los regímenes de Chávez y Maduro.
La aerolínea VECA recibió directamente de Albapes 60 millones de dólares. Otros 29,3 millones fueron canalizados a través de una empresa offshore con sede en Curazao llamada El Día Corporation.
El accionista mayoritario de El Día, Manuel de Jesús Durán Melgar, también aparece con su firma en documentación formal de la aerolínea VECA. La firma curazoleña también tuvo como directora a Yanet Cornejo, apoderada legal de Albapes en 2015.
De acuerdo con la Fiscalía, todas las compañías en conjunto realizaron transacciones por un aproximado de 3.243 millones de dólares, un monto que encendió las alarmas de las autoridades.
Sobre la aerolínea, la única investigación abierta se refiere a las deudas laborales de 150.000 dólares que todavía no ha honrado a extrabajadores.
En las investigaciones también ha surgido el nombre de José Luis Merino, dirigente del FFMLN y asesor de Albapes, como una pieza clave del rompecabezas que armó Venezuela con El Salvador, que incluyó millones de dólares en transferencias desde Pdvsa al país centroamericano.
Merino fue sancionado en mayo de 2019 por el Departamento de Estado de los Estados Unidos que le atribuye haber desviado más de 400 millones de dólares a empresas offshore.
Periodistas asentados en ese país han afirmado que las autoridades estadounidenses sospechan que entre Molina Castrillón y Merino existe una relación próxima y por ello le considera persona de interés.
Estas revelaciones provienen de las investigaciones incluidas en Chavismo Inc, proyecto realizado por Transparencia Venezuela, la Alianza Rebelde Investiga (ARI) y la plataforma latinoamericana de periodismo CONNECTAS.
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