Juan Guaidó ha presentado una propuesta para relanzar la unidad opositora y enfrentar la cita electoral legislativa que organiza Nicolás Maduro, rechazada como fraudulenta por algunos sectores dentro y fuera del país. La iniciativa de Guaidó ha sido saludada por actores políticos, pero recibida con frialdad por la sociedad venezolana.
El tiempo sigue pasando e intelectuales y ciudadanos le han reclamado a la oposición que presente una ruta alternativa además de anunciar no participar en la convocatoria organizada por el chavismo de diciembre próximo con la que se prevé renovar la Asamblea Nacional, dominada por fuerzas opositoras.
La pandemia y el control militar del país que ha evidenciado Maduro han colocado a Guaidó en un punto particularmente comprometido y sin demasiados instrumentos para remontar la circunstancia.
El líder opositor, reconocido por cerca de 60 países como el presidente interino de Venezuela, ha hecho un esfuerzo por replantearse sus objetivos y retomar la iniciativa proponiendo “denunciar el fraude electoral, convocar al país a expresar su voluntad a través de un mecanismo de participación masiva y desarrollar un plan de movilización nacional e internacional”.
Muchas personas se siguen haciendo preguntas en torno a estos lineamientos. Los mecanismos de la consulta que propone Guaidó se desconocen. Según fuentes opositoras, se está discutiendo sobre la formulación de una pregunta concreta y definitiva que pueda tener algún efecto movilizador, de la necesidad de pedir la suspensión de los comicios, así como sobre la compleja encomienda de reactivar las calles venezolanas.
En el pronunciamiento, difundido en un video difundido en las redes sociales, Guaidó hace un llamado a la unidad y se dirige a algunos de sus seguidores y críticos:
“Dedicaré los próximos días a consultar de manera individual y grupal a los diferentes liderazgos y sectores de la sociedad democrática la hoja de ruta que he desarrollado para que, tras escucharnos y debatir, logremos una ruta común y definitiva para presentar a los venezolanos y aliados del mundo”.
Luis Vicente León, director de la firma Datanálisis, opina que la iniciativa “es un intento con muy baja posibilidad de éxito si se piensa en reunificar a una oposición que tiene fracturas importantes, naturales en la misma medida en la cual no se logra el objetivo de la conquista de la democracia. El planteamiento electoral que hace el chavismo es muy difícil de afrontar; es un perder-perder.
Es casi imposible para la oposición participar en esos términos en unas elecciones”. A su juicio, después de que la oposición haya llamado a la abstención, “no parece haber una alternativa viable”. “De todas formas, pienso que Guaidó está haciendo lo correcto: hay un problema importante con la apreciación y simbología de la unidad opositora”, añadió.
Una oposición dividida
El equipo político de la Presidencia interina, muy lastimado a causa de la represión y las deserciones, ha hecho un esfuerzo especial por profundizar sus encuentros con sindicatos, gremios, estudiantes y universidades, además de una agotadora ronda de consultas con partidos políticos.
Por el momento, algunos dirigentes opositores conocidos, como Andrés Velásquez, de Causa R, y Delsa Solórzano, de Encuentro Ciudadano, han elogiado el llamado de Guaidó. Otros líderes de orientación más radical, como María Corina Machado y Antonio Ledezma, se han manifestado dispuestos a intercambiar opiniones, mientras que otros, como Henrique Capriles Radonski, han guardado silencio.
“Guaidó procura expandir la convicción de que las legislativas de Maduro son un fraude y no van a resolver nada en Venezuela”, opina el analista y consultor político Oswaldo Ramírez. “Lo otro es promover la articulación entre los ciudadanos que permita la acción política.
Es necesario mover internamente al país. Ahí puede haber un ajuste de percepciones definitivo con la comunidad internacional, un alineamiento con posiciones más firmes. Hay que estar preparados, aquí pueden venir escenarios de último minuto que muevan el cuadro electoral. No descarto una suspensión de esas elecciones”, añadió.
“El pacto unitario que propone Guaidó requiere una ruta de consultas”, afirma por su parte Elgée González Lobato, catedrática en Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela. “No deja claro si esto supone una decisión de los partidos en torno a qué sucederá con el gobierno interino si esas elecciones se celebran y se instala una nueva directiva legislativa.
El anuncio del plan es parcial, la oración está incompleta. Nos enfrentamos a un proceso fraudulento. ¿La oposición propone un mecanismo electoral perfectible para promover una mejora en las condiciones, o aquí no hay elecciones hasta que Maduro caiga? Esa pregunta hay que hacérsela”.
Los voceros políticos consultados coinciden en que se trata de un buen primer paso para salir del rezago que lleva la gestión de Guaidó para hacer posible la transición política, pero creen que los objetivos planteados en el llamado son muy difíciles de concretar.
De momento, las realidades políticas y sociales de Venezuela las sigue determinando la pandemia. “Lo que sí está claro es que tenemos que activar la calle”, afirma Edward Rodríguez, responsable del equipo de prensa de Guaidó. “De Maduro no vamos a salir por Zoom”.
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